LA glositis atrófica, conocida popularmente como «lengua calva», es una inflamación aguda o crónica que afecta a la lengua. Suele caracterizarse por un cambio en el color de la lengua, descamación, ardor, engrosamiento o atrofia de las papilas gustativas.
Las diversas causas de la glositis atrófica incluyen factores locales o sistémicos como:
- Deficiencia de vitamina B12;
- La anemia por deficiencia de hierro;
- Deficiencia de tiamina (vitamina B1);
- Deficiencia de riboflavina (vitamina B2);
- Pelagra;
- Beriberi;
- Ingestión de alimentos muy picantes o picantes;
- El consumo de tabaco;
- Mala higiene bucal, lo que resulta en una infección de la lengua;
- Alcoholismo;
- Alergia a la comida, pasta de dientes, enjuague bucal o medicamentos;
- Prótesis orales;
- Soriasis;
- Deshidración;
- Liquen plano;
- Pénfigo;
- Quimioterapia;
- Eritema multiforma.
Clínicamente, la lengua está seca, con grietas, haciéndola sensible a la entrada de cualquier alimento en la cavidad bucal. De esta forma, los pacientes disminuyen la ingesta de líquidos y alimentos. Además, todos los alimentos son, en la percepción del paciente, del mismo sabor.
El tratamiento tiene como objetivo resolver o eliminar el factor que condujo a la glositis atrófica. Existen medicamentos, tanto alopáticos como homeopáticos, que ayudan a aliviar los síntomas causados por este trastorno. Además, cambiar los hábitos de vida, como reducir el consumo de alcohol y tabaco, también ayuda a controlar el trastorno.
Fuentes:
http://www.scielo.br/scielo.
http://it.wikipedia.org/wiki/