Guerra de los Cien Años – Todo Importa

La Guerra de los Cien Años fue una guerra larga y discontinua entre Inglaterra y Francia, que tuvo lugar entre 1337 y 1453, motivada por razones políticas y económicas.

Principales causas

La causa política de la Guerra de los Cien Años fue la disputa por el trono francés, tras la muerte de Carlos IV, en 1328, que puso fin a la dinastía Capetingiense.

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El rey de Inglaterra, Eduardo III, era nieto de Felipe el Hermoso y reclamó el derecho a la corona francesa. Desde un punto de vista económico, la razón fue la disputa por la rica región de Flandes (actual Holanda y Bélgica).

Además de ser un rico centro comercial, Flandes contaba con una importante industria de tejidos de lana, cuya materia prima se importaba de Inglaterra.

Como la exploración de la lana a Flandes era una importante fuente de riqueza para los nobles ingleses, decidieron hacer frente a las pretensiones francesas en relación con la región.

Los primeros años de la guerra

En los primeros años de la guerra, los británicos, con una excelente infantería, obtuvieron victorias espectaculares. Sólo en 1429 un hecho cambió el curso de la guerra a favor de los franceses.

el campesino Joana D’arc comandó un pequeño ejército enviado por Carlos VII, Orleans liberada, asediado por los británicos. Siguieron otras victorias hasta que los franceses conquistaron Reims. Entonces Carlos VII fue coronado rey de Francia.

La guerra duró más de cien años, no fue continua, presentó momentos de lucha, con victorias de ambos bandos y momentos de tregua.

Los conflictos siempre iban acompañados de otras calamidades, como el hambre y la pestilencia. La hambruna fue el resultado de la guerra, las sequías prolongadas y las pequeñas cosechas, lo que provocó un aumento en los precios de las necesidades básicas, como el trigo.

En 1347, la peste negra se extendió rápidamente por Europa, matando a más de un tercio de la población.

En 1358, con la crisis del feudalismo, durante la Baja Edad Media, un revolución campesina conocida como jacquerie, porque los campesinos fueron llamados por los nobles “Jacques Bonhomme”, el equivalente de hillbilly en portugués.

De los aproximadamente 100.000 campesinos que participaron en la revolución, la mayoría fueron masacrados por los nobles apoyados por el rey.

En Inglaterra, la situación de los campesinos también era terrible. Muertos de hambre y oprimidos por los señores feudales, una masa de 60.000 rebeldes destruyó castillos, asesinó a señores y recaudadores de impuestos, y marchó sobre Londres, ocupando la capital. La reacción del rey y los nobles resultó en el fracaso de la revolución y la ejecución de miles de rebeldes.

Última fase de la guerra

La última fase de la Guerra de los Cien Años estuvo marcada por las victorias de la campesina Juana de Arco, que estimuló aún más el sentido de nacionalidad del pueblo francés.

Los ingleses, planeando matarla, arrestaron a la heroína francesa. Juzgada por un tribunal de la Iglesia, fue acusada de herejía y brujería, finalmente fue declarada culpable y quemada viva en Rouen en 1431.

La muerte de Juana de Arco estimuló aún más el nacionalismo de los franceses, que a partir de entonces avanzaron sobre los británicos, logrando victorias expresivas.

En 1453 se firmó la paz. Carlos VII llegó a gobernar Francia con poderes casi absolutos y acabó con las pretensiones inglesas de poseer dominios en Francia.

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