Hans Christian Andersen –

El inmortal autor danés de cuentos de hadas y renombrado poeta Hans Christian Andersen nació en Odense, el 2 de abril de 1805, en el seno de una familia sumamente humilde. Era hijo de un zapatero de veintidós años, casado con una lavandera mayor que él.

Todos vivían en una pequeña habitación, donde el padre estimulaba las fantasías y el don creativo de su hijo, a quien le contaba las más variadas historias y le permitía aprender a leer. Incluso le regaló un providencial teatro de marionetas, con el que el niño desarrolló sus conocimientos teatrales, sumergiéndose incluso en el universo de Shakespeare.

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A la muerte de su padre en 1816, Hans tuvo que abandonar sus estudios con tan solo once años, aunque ya mostraba su inclinación por la literatura y el teatro. Las dificultades que atravesó en la infancia le dieron la oportunidad de madurar antes y de tener una clara percepción de las barreras sociales y la marcada diferencia entre las distintas esferas socioeconómicas imperantes en su etapa en Dinamarca. Esta visión inspiraría más tarde gran parte de sus narrativas infantiles y adultas.

Cuando cumplió 14 años, el futuro escritor abandonó su hogar y partió hacia Copenhague, la capital de su país, con el objetivo de convertirse en cantante de ópera. Allí entró en contacto con el director del Teatro Real, Jonas Collin, con quien se convertiría en un gran amigo. Esta amistad le valió el ingreso a este organismo cultural, a pesar de no haber superado las pruebas vocales. En esta institución trabaja como actor y bailarín, además de componer varias piezas, aunque es visto por todos como un visionario.

En 1828 ingresó en la Universidad de Copenhague, momento en el que ya había publicado varios libros, alcanzando fama mundial recién en 1835, cuando publicó su libro El Improvisador. Su obra está compuesta por novelas como ésta, poemas y relatos de viajes, pero se hizo realmente famoso por sus cuentos de hadas, sobre todo en una época en que este género era muy escaso. Andersen editó seis volúmenes de estos cuentos infantiles entre 1835 y 1872.

Retrato de Hans Christian Andersen (1871). Foto: Stocksnapper / Shutterstock.com

Suas narrativas mais conhecidas são O Abeto, O Patinho Feio, A Caixinha de Surpresas, Os Sapatinhos Vermelhos, O Pequeno Cláudio e o Grande Cláudio, O Soldadinho de Chumbo, A Pequena Sereia, A Roupa Nova do Rei e A Princesa e a Ervilha, entre otras. En ellos el autor buscaba transmitir modelos de comportamiento que la estructura social de su época debía absorber. También trató de reflejar en sus relatos los conflictos entre quienes detentan el poder y quienes están sometidos a él. Hans creía profundamente que la igualdad de derechos debería gobernar el mundo y la relación entre los hombres.

Hans siguió creando sus cuentos para niños hasta 1872, publicando 156 cuentos, impregnados del humor típico de los habitantes del norte de Europa y de una amabilidad divertida, sin olvidar la fina ironía presente también en sus narraciones.

Su insólito talento impresionó incluso al monarca Federico IV, quien inmediatamente le recomendó estudiar en la escuela de Slagelse, donde Hans, a pesar de no ser muy aficionado a estudiar, permaneció hasta 1827, siendo financiado por su amigo Collin. Su paso por varios países europeos también influyó decisivamente en su obra, especialmente en su primera novela, O Improvisador.

A fines de 1872, Andersen sufrió una caída y continuó con mala salud hasta el 4 de agosto de 1875, fecha de su muerte, en Copenhague, donde fue enterrado.

Fuentes
http://en.wikipedia.org/wiki/Hans_Christian_Andersen
http://educacao.uol.com.br/biografias/ult1789u692.jhtm

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