Es una inflamación del hígado causada por Hepatitis B (VHB). La hepatitis B puede presentarse de tres formas: asintomática (sin síntomas aparentes), sintomática o fulminante.
En el 5% de los casos, la enfermedad puede volverse crónica y en casi la mitad de los casos crónicos, la hepatitis B progresa a cirrosis o cáncer de hígado después de unos años. La probabilidad de que la enfermedad progrese a una forma crónica es mucho mayor en los hombres que en las mujeres.
LA Hepatitis B fulminante (raro, por debajo del 1%), tiene una tasa de mortalidad cercana al 60%. La fase aguda de esta enfermedad a veces no es notada por el paciente, ya que no presenta síntomas. De estos, del 1 al 5% no cura la infección y se convierte en hepatitis crónica. De las personas con hepatitis crónica, hasta el 40% puede desarrollar cirrosis y cáncer de hígado muchos años después. En los niños, el riesgo de que la enfermedad se vuelva crónica alcanza el 90%.
Sin embargo, el mayor riesgo de que la hepatitis se vuelva crónica se encuentra entre quienes consumen bebidas alcohólicas, tienen SIDA, se someten a quimioterapia o radioterapia, etc., ya que estos individuos tienen baja inmunidad. Los bebés que contrajeron la enfermedad durante el parto también son vulnerables al curso crónico de la enfermedad.
Transmisión: La hepatitis B se transmite por: agujas contaminadas, reutilizadas en procedimientos como tatuajes, perforaciones de orejas, inyecciones, tratamientos dentales, quirúrgicos y de hemodiálisis; transfusiones de sangre (de ahí la obligación de realizar una prueba a los donantes antes de la donación); contacto con sangre o secreciones de personas infectadas, especialmente si la piel está dañada; parto normal o por cesárea, porque en este momento la parturienta contaminada puede transmitir la enfermedad al bebé; uso de jeringas, agujas y otros objetos que los consumidores de drogas comparten en grupo y relaciones sexuales sin condón. Estas dos últimas son las formas que alcanzan el mayor grado de contaminación actual por el virus de la Hepatitis B.
Síntomas: Similar a las bebidas alcohólicas.
Prevención: existe una vacuna para la hepatitis B, que debe administrarse a todos los recién nacidos. Los adultos no vacunados que no han tenido la enfermedad también pueden vacunarse. También es importante vacunar a todos aquellos que atienden a pacientes con Hepatitis C, con otras enfermedades del hígado o que toman bebidas alcohólicas. También es necesario utilizar guantes y una mascarilla en situaciones donde el contacto con sangre o secreciones corporales de personas contaminadas es inevitable.
Es importante saber que: todas aquellas personas que hayan tenido relaciones sexuales con personas contaminadas o hayan tenido contacto con una aguja no esterilizada, deben vacunarse y recibir gammaglobulina (un suero diferenciado) lo antes posible, para tratar de Disminuir la posibilidad de desarrollar la enfermedad o aliviar su intensidad. Esta medida también está indicada para bebés de madres con hepatitis B.
ATENCIÓN: Es fundamental usar condón (condón) en todas las relaciones sexuales, ya que el riesgo de adquirir el virus de la hepatitis B durante una relación sin protección es muy alto.