LA historia de la animación se pierde en las brumas del tiempo, desde la era de las imágenes grabadas en las paredes de antiguas cuevas hasta las proyecciones conocidas como sombras chinas, pero inventadas por los alemanes. Hoy en día, las animaciones son cada vez más sofisticadas, gracias a la tecnología digital, pero el proceso original consiste en la elaboración individual de cada fotograma -cada una de las representaciones grabadas mediante reacciones químicas en el celuloide del director de fotografía- de una película. Esto se realiza mediante registros fotográficos de figuras dibujadas; a través de mutaciones mínimas repetidas en un prototipo primordial, con cada resultante fotografiado; o incluso mediante gráficos por computadora.
Una vez conectados los fotogramas, la película se ve a una velocidad de dieciséis o más reproducciones por segundo, lo que da lugar a una sensación de movimiento ininterrumpido. Realizado de la forma más primitiva, este procedimiento se vuelve algo monótono y mecánico, de ahí la importancia de la introducción de la digitalización, que aumenta la duración de la producción.
El primer espectáculo de proyección de sombras se realizó en 1795, cuando se presentó al público una exposición de carácter histórico, con un fuerte contenido ideológico, con la ayuda de una linterna en movimiento, dando impulso a una animación más tarde conocida como 3D, aunque todavía en una forma rudimentaria.
Se desarrollaron varios instrumentos para crear impresiones de movimiento, culminando en 1872 con un experimento del fotógrafo Eadweard Muybridge quien, asistido por un ingeniero, John D. Isaacs, hizo uso de una secuencia de veinticuatro cuartos oscuros que capturaron progresivamente el paso de un caballo. , que activó los dispositivos que, en estos dispositivos, impiden o permiten el paso de la luz, regulando la exposición de películas fotosensibles, tan pronto como sus patas tocaban alambres bien estirados, colocados de tal manera que permitieran esta operación.
Pero fueron los hermanos Lumiére quienes mejoraron estos incipientes equipos, al crear el Cinematograph, mostrado al público en una inolvidable sesión cinematográfica celebrada el 28 de diciembre de 1895. Así, no es incorrecto decir que se confunde la historia de la animación con la los primeros días del cine mudo, que persiste hasta nuestros días, mejorando a medida que triunfan las innovaciones tecnológicas.
El francés Émile Reynaud, inventor de un dispositivo llamado praxinoscopio, un mecanismo que proyecta reproducciones dibujadas en cintas transparentes en la pantalla, fue el responsable de la primera caricatura, realizada con doce imágenes y películas que contienen entre 500 y 600 imágenes, expuesta en el Musée Grévin. , en París, el 28 de octubre de 1892.
El primer dibujo realizado con un proyector moderno fue Fantasmagorie, del director Émile Courtet, en 1908. En la modalidad de largometraje de animación, el pionero fue El Apóstol, creado por el argentino Quirino Cristiani, transmitido en Argentina en 1917. Las animaciones permanecen más que nunca en la cima de las producciones más rentables y exitosas.