Historia de la Danza: origen, evolución y contexto histórico de la danza

La danza nació con los primeros humanos. A través del movimiento corporal, los latidos del corazón, el caminar, los seres humanos crearon la danza como forma de expresión. A través de las pinturas encontradas en las cuevas, sabemos que hombres y mujeres han bailado desde la prehistoria.

La danza es una expresión artística que utiliza el cuerpo como instrumento. Así como el pintor usa pinceles y lienzos para crear sus cuadros, el bailarín usa el cuerpo.

¿Eres estudiante, profesor o academia?

DATE DE ALTA EN NUESTRA RED SOCIAL!, Grupos de estudio, apuntes, escribe en tu propio blog, añadir tu academia o dar clases particulares y Aprende!!!.

Abrir un perfil

Presente en todos los pueblos y culturas, la danza se puede realizar en grupos, parejas o solos. A través de la danza se expresan la alegría, la tristeza, el amor y todos los sentimientos humanos.

El origen y evolución de la danza

danza primitiva

Llamamos danza primitiva a la que surge espontáneamente y es practicada por una comunidad. Suele ser una danza que se utiliza para celebrar un ritual específico como la cosecha o la llegada de una temporada del año.

En las culturas indígenas, la danza se usa en fiestas o para prepararse para la guerra. También se utiliza en ritos de iniciación, como la edad adulta temprana.

danzas milenarias

En civilizaciones antiguas, como la egipcia o la mesopotámica, la danza tenía un carácter sagrado, siendo una forma más de honrar a los dioses. Este tipo de danza sobrevive hasta el día de hoy en países como India y Japón.

En la antigua Grecia, la danza también tenía un carácter ritual, siendo utilizada en los cultos de los dioses. Una de las danzas más descritas en la antigüedad fue la que se usaba para las fiestas del Minotauro o el dios del vino, Baco.

Danza en Europa Occidental

Con la expansión del cristianismo en Europa, la danza pierde su carácter sagrado. La moralidad del cristianismo colocó al cuerpo como la fuente del pecado y, por lo tanto, necesitaba ser controlado.

Por tanto, a diferencia de otras artes, la danza no entra en las iglesias y se restringe a las fiestas populares y celebraciones en los castillos. Básicamente, podemos diferenciar dos tipos de baile en la Edad Media: en parejas, en círculo o en cadenas.

Será este tipo de pelota la que dará lugar a los bailes de cancha y más tarde, al ballet, tal como lo entendemos hoy.

Danza en el Renacimiento (siglos XVI y XVII)

La danza en el Renacimiento empieza a cobrar estatus como arte, con manuales, profesores especializados y, sobre todo, personas que se dedican a estudiarla.

Fue en Italia donde apareció la palabra “balleto”. A través del matrimonio de la princesa florentina María de Médicis con el rey de Francia, Enrique IV (1553-1610), este tipo de danza llegó a Francia. Maria de ‘Medici (1575-1642) introdujo el «balleto» en la corte francesa. Allí, la palabra se transformaría en ballet y ganaría protagonismo como un arte digno de ser practicado por la corte.

Posteriormente, en la corte del rey Luis XIV (1638-1715), comenzaron los primeros ballets dramatizados, con coreografías, vestuario y narración de una historia con principio, medio y final. Es importante destacar que este rey utilizó el ballet para afirmar su figura de monarca absolutista.

En la corte del Rey Sol, se destaca el compositor Jean-Baptiste Lully (1632-1687), quien escribió música para las coreografías y director de la Royal Academy of Music.

Saber bailar se vuelve fundamental en la educación de los nobles. Los bailes más conocidos fueron el minueto, el gavote, la zarabanda, el allamande y el giga.

A finales del siglo XVIII, en Austria y en el Imperio alemán, apareció el vals. Inicialmente, el baile causa escándalo, ya que es la primera vez que las parejas bailan abrazados y enfrentados. Este ritmo se extenderá por toda Europa y llegará a Brasil con la llegada de la cancha portuguesa.

Hasta el día de hoy, el vals está presente en los bailes y bodas de debutantes.

Danza en el romanticismo (siglo XIX)

En el siglo XIX, con el surgimiento del movimiento artístico romántico, el ballet se consolidó como una forma de expresión artística.

Con el auge de la burguesía y la construcción de los grandes teatros, el ballet abandona las salas de los palacios para convertirse en espectáculo. También en la ópera, otra expresión artística importante en ese momento, era prácticamente obligatorio incluir un número de baile.

Sin embargo, será en la corte rusa donde el ballet alcanzará la cima de la creación artística. El compositor Piotr Ilitch Tchaikovsky (1840-1893), autor de obras como “El lago de los cisnes” y “El cascanueces”, marcó la creación de ballets románticos.

[ align=»aligncenter» width=»685″]Ballet clásico Escena del ballet «El lago de los cisnes» de Tchaikovsky

A finales del siglo XIX, las antiguas colonias americanas comenzaron a crear su propia reinterpretación de la música y la danza europeas. De esta manera surge el canto gospel en Estados Unidos; choro y samba, en Brasil; y tango, en Argentina y Uruguay.

Danza moderna (siglo XX)

La danza moderna será la ruptura con el ballet clásico promovido entre los siglos XIX y XX.

Con el crecimiento de las ciudades y la expansión de las industrias, parte de la sociedad dejó de identificarse con ese tipo de espectáculo de ballet clásico. Surgieron nombres como Isadora Duncan (1878-1927), uno de los primeros en romper con los movimientos rígidos, los trajes tutús y los escenarios grandiosos.

Isadora Duncan prefirió la ropa sencilla, prescindió de la escenografía y bailó descalza. Su trabajo abrió varias posibilidades para nuevos lenguajes en la danza contemporánea.

Danza Contemporánea (siglos XX y XXI)

La danza contemporánea es todo aquello creado a partir de los años 60, en el siglo XX.

Continuando con los experimentos de la danza moderna, los creadores contemporáneos mezclan teatro y danza, eliminan la figura del solista y brindan una mayor igualdad entre hombres y mujeres en el escenario.

Hay grupos que incluso prescinden de la música en sus coreografías. La búsqueda de nuevos lenguajes es fundamental para la danza contemporánea.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *