Historia de Luisiana Historia de Luisiana –

Historia de Louisiana

Documental ficcionado por Robert Joseph Flaherty, con Joseph Boudreaux (el joven Latour), Lionel Le Blanc (su padre), E. Bienvenu (su madre), Frank Hardy y CP Guedry (los hombres de la torre).

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  • Guión: RJ y Frances Flaherty
  • Fotografía: Richard leacock
  • Música : Virgil Thompson
  • Ensamblaje: Helen Van Dongen
  • Producción: Standard Oil Company
  • País : Estados Unidos
  • Fecha de lanzamiento : 1948
  • Duración : 1 h 10

Abstracto

Un equipo de buscadores de petróleo llega para realizar estudios en la región pantanosa de Luisiana, una zona pantanosa donde aún se conserva la naturaleza. Allí vive con su familia un niño, el pequeño Latour, que tiene unos doce años. Siempre familiarizado con este mundo paradisíaco, pasa su tiempo pescando o paseando por el bosque. Y aquí es que después de un mapache (que se convierte en su amigo) y un cocodrilo (con el que pelea), es otro «animal» misterioso que encuentra: la torre de perforación que será utilizada para perforar. Luego se forman vínculos entre los trabajadores y el niño, puntuados por la progresión del trabajo. Es subido a este «árbol de Navidad» que Latour les dirá adiós.

Observación

Un testamento ambiguo

La última gran película de Flaherty, como la primera, Nanouk, solo vio la luz con fondos privados. Pero, aquí, es verdaderamente una orden, y tanto más inesperada y paradójica, dirigida a un cineasta del medio ambiente y la naturaleza, que provenga de una empresa petrolera, Standard Oil. Fiel a su método habitual de trabajo -largos meses de exploración y el recurso único a los seres y las decoraciones de la región-, Flaherty iba sin embargo a triunfar en este imposible desafío de permanecer él mismo honrando la orden, gracias a una visión humanista. Superior, donde todo el mundo era visto con total respeto, cualquiera que fuera su papel en la historia. De ahí, además, junto a la calidad de las imágenes (debida a un hombre que, a su vez, se convertiría en uno de los grandes documentales norteamericanos, Richard Leacock), el éxito universal de la obra. Porque en la sencillez del escenario, y con la claridad de su transcripción visual, todos pueden encontrar tanto sus verdades cotidianas como su lejana nostalgia.

De todo ello nace un lirismo efectivo, el mismo que hace cantar de manera tan personal toda la obra de Flaherty. Y el hecho de que muchas escenas hayan sido elaboradas, escritas, ensayadas, no quita en absoluto esa fuerte presencia de realidad que caracteriza al inventor del documental. Porque la obra de este artista está siempre al servicio de una transcripción “objetiva” de seres y lugares. El hecho es, sin embargo, que al no tomar partido entre la naturaleza y la máquina, particularmente por la ausencia en la narración de cualquier observación verdaderamente crítica, Flaherty nos deja con un mensaje ambiguo y excesivamente idealista. Y sabemos muy bien hoy que los árboles del pantano y los bosques de los campos petrolíferos no son realmente de la misma naturaleza …

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