Incontinencia fecal – Enfermedad –

Incontinencia fecal es la incapacidad para controlar la eliminación de las heces. Puede variar desde una fuga ocasional en las heces hasta una pérdida total del control sobre las deposiciones, lo que lleva a una incapacidad para retener las heces involuntariamente.

Para comprender mejor cómo se lleva a cabo el control de la evacuación, es necesario conocer mejor la anatomía pélvica. En la parte posterior de la pelvis ósea, conocida popularmente como pelvis, se encuentra el hueso sacro que está formado por la fusión de cinco vértebras al final de la columna y por el coxis. La región inferior de la cavidad pélvica está compuesta por el perineo, donde se encuentran los genitales y el canal anal. La musculatura del perineo sostiene la musculatura anal, la porción final del sistema digestivo. El canal anal tiene un esfínter interno y otro externo y está inervado por el nervio pudendo, que es esencial para el funcionamiento de toda la musculatura de la base del perineo y para el control de los esfínteres. Cualquier cambio anatómico que se produzca en esta región puede provocar incontinencia fecal.

Las causas de esta condición son diversas. Puede ocurrir brevemente, durante episodios de diarrea o cuando las heces duras se comprimen en el recto (compactación fecal). Las personas con lesiones en el ano o la médula espinal, con prolapso rectal, con demencia, con lesiones neurológicas derivadas de la diabetes, con neoplasias en el ano o lesiones pélvicas durante el parto, pueden desarrollar incontinencia fecal persistente.

Las manifestaciones clínicas comienzan con la pérdida de la capacidad de retener los gases intestinales. Este síntoma empeora progresivamente, el ano se vuelve más flácido, más suelto y ya no contienen diarrea (heces líquidas). Cuando la afección empeora, tampoco pueden retener heces sólidas. Por ello, necesitan llevar un protector en la ropa y, muchas veces, no salen de casa, ni trabajan, ni viajan, porque tienen miedo de no llegar a tiempo al baño. Como era de esperar, la incontinencia fecal puede comprometer profundamente la calidad de vida y generar un trauma psicológico importante.

El médico debe examinar al paciente en busca de anomalías estructurales o neurológicas que puedan estar causando la incontinencia en cuestión. Esto implica examinar el ano y el recto, confirmar la sensibilidad alrededor del ano y, por lo general, realizar una sigmoidoscopia (examen del colon sigmoide mediante un tubo de visualización flexible). Pueden ser necesarias otras pruebas, como un examen del estado funcional de los nervios y músculos de la pelvis.

Primero, para corregir la incontinencia fecal, es necesario establecer un patrón de evacuación regular que genere heces bien formadas. Un cambio en la dieta, como agregar una cierta cantidad de fibra, puede ser beneficioso. Cuando estas intervenciones no ayudan, algunos medicamentos pueden ser útiles, como la loperamida, que retrasa la evacuación. El ejercicio de los músculos anales aumenta su tono y fuerza, lo que ayuda a prevenir la recurrencia de la incontinencia fecal. Si el problema persiste, la cirugía puede ayudar en ciertos casos. Como último recurso se puede realizar una colostomía, donde se cierra la abertura anal y el paciente defeca en una bolsa plástica recambiable, adherida a la abertura practicada en la pared abdominal.

Fuentes:
http://www.drauziovarella.com.br/ExibirConteudo/880/incontinencia-fecal
http://www.fisiobemviver.com.br/links/35/incontinencia-fecal.html
http://www.convatec.com.br/6550e0f8-f2b8-424f-b09b-114bcacb2b19.aspx
http://rodrigoaprilli.site.med.br/index.asp?PageName=Incontin-EAncia-20Fecal
http://www.manualmerck.net/?id=133&cn=539
http://www.progastro.com.br/especialidades/coloproctologia/incontinenciafecal/incontinenciafecal.html

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