Inmunoprofilaxis – Biología –

inmunoprofilaxis son procesos de prevención (profilaxis) que utilizan activaciones del sistema inmunológico, también llamado inmunización. Estas medidas se pueden clasificar en activas o pasivas:

El modo pasivo se basa en la transferencia de productos de respuesta inmunitaria, como anticuerpos neutralizantes u opsonizantes, de un individuo productor a un receptor. Es el mecanismo que utilizan los sueros, por ejemplo, o la forma natural en que los bebés se protegen mediante la transferencia de anticuerpos de sus madres.

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El modo activo, en cambio, se produce a través del estímulo del propio organismo para desarrollar sus propias respuestas inmunitarias. Es el mecanismo estimulado por las vacunas.

Tanto los mecanismos pasivos como los activos se basan en el principio de vacunación desarrollado por Edward Jenner, es decir, el principio de que después de la primera exposición de un organismo a un patógeno, comienza a generar una respuesta inmunitaria contra ese patógeno. En el caso de las vacunas, los patógenos administrados son solo fragmentos de la misma (suficientes para que el organismo reconozca al patógeno como un peligro) o un modo atenuado, es decir, muy poco patógeno para el organismo infectante. Tras el contacto con el patógeno, el organismo comienza a producir varias células capaces de reconocer diferentes partes del patógeno y combatirlo, buscando proteger al individuo. Es en esta etapa cuando se generan los anticuerpos, moléculas capaces de unirse a partículas del patógeno, o sustancias liberadas por este, con el fin de proteger al organismo huésped.

En el caso de los sueros (inmunoprofilaxis pasiva), se utilizan generalmente en casos de necesidad de una respuesta rápida frente al antígeno/patógeno en contacto. Por ejemplo, en humanos es muy común el uso de sueros anti-ofidios, es decir, sueros que contienen anticuerpos protectores contra el veneno de serpiente. Estos sueros suelen ser producidos por otros animales grandes (generalmente caballos) para que produzcan grandes cantidades de anticuerpos y puedan almacenarse adecuadamente para uso tópico y rápido en organismos (en este caso humanos) que entran en contacto con el veneno respectivo. También existen otros tipos de sueros, como sueros que contienen anticuerpos contra otros tipos de veneno (araña, escorpión, entre otros animales venenosos), sueros contra diversas proteínas bacterianas y también sueros antitimocitos, que son sueros que se utilizan en trasplantes para evitar rechazo. Por tanto, los sueros se utilizan cuando el contacto con el veneno o el patógeno fue reciente, y se busca ofrecer al organismo que entró en contacto una respuesta rápida y eficaz, sin que el organismo tenga que generar por sí mismo una respuesta inmune, la que llevaría mucho tiempo y, en la mayoría de los casos, sería demasiado tiempo para que este individuo sobreviviera. Dado que los sueros aportan las moléculas finales (anticuerpos) de la respuesta inmune, el organismo no genera memoria inmunológica frente a ese antígeno y, por tanto, siempre que entre en contacto con ese mismo antígeno, serán necesarias nuevas dosis de sueros administrados.

Por otro lado, el mecanismo de la vacuna funciona “enseñando” al sistema inmunitario del individuo a generar una respuesta contra el antígeno respectivo por sí mismo: una vez que entra en contacto con el patógeno atenuado o partes reconocibles del patógeno (es decir, el patógeno no ofrece riesgo al individuo, pero es pasivo para ser reconocido por él), el individuo inicia procesos biológicos que generarán una gran cantidad de células encargadas de reconocer y combatir dicho antígeno. Este proceso es sumamente elaborado y, por lo tanto, además de permitir una respuesta eficiente, también permite la generación de la memoria inmunológica del individuo, es decir, cada vez que este individuo entre en contacto con el mismo antígeno, su sistema inmunitario será fácilmente capaz de para responder y defenderse contra el patógeno.

Por lo tanto, es importante recalcar que mientras el uso de vacunas es un proceso seguro de prevención de enfermedades, los sueros son un método pasivo de tratamiento, no de prevención.

Referencias:

Baxby, Derrick (1999). «Investigación de Edward Jenner; el análisis del bicentenario». Vacuna. 17 (4): 301–7. PMID 9987167. doi:10.1016/s0264-410x(98)00207-2

Tse K, Siu SL, Yip KT, Chan SM, Que TL, Lui WY, Chan PS. Inmunoprofilaxis de los bebés nacidos de madres portadoras de hepatitis B. Hong Kong Med J. 2006 Oct;12(5):368-74.

Formulario nacional británico: BNF 69 (69 ed.). Asociación Médica Británica. 2015. pág. 43. ISBN 9780857111562.

Dardo, Richard C. (2004). Toxicología Médica. Lippincott Williams & Wilkins. PAGS. 250-251. ISBN 9780781728454. Archivado desde el original el 9 de enero de 2017.

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