Written by En un país donde la sociedad clama por una seguridad pública más efectiva y más actual, se nota que el organismo estatal se siente impotente e incapaz de combatir solo la creciente ola de violencia que arrasa todos los lugares.
La policía como principal figura encargada de mantener el orden público para la consecuente provisión de la paz social necesita de la conciencia y cooperación de toda la sociedad para lograr sus objetivos, sin embargo, es un hecho que la mayoría de las personas aún cuentan con la policía como si esta institución fuera entonces la única responsable de la devastación de la violencia en el país, la principal responsable del resurgimiento de la criminalidad, como si fuera entonces los policías omnipotentes y omnipresentes para estar en todas partes en todo momento para evitar o descubrir delitos como por arte de magia.
La violencia y el aumento de la criminalidad que afecta a la gente también afecta a la Policía, al Gobierno. Afecta a toda la sociedad. Todos estamos en la misma aflicción.
La paz es la aspiración y el deseo fundamental de todo ser humano, sin embargo, solo se puede lograr ordenando el potencial de la sociedad y las autoridades públicas en torno al ideal común de seguridad justa, cooperativa e interactiva.
La ley le da a la policía el poder de usar la fuerza. Esta exclusividad de la violencia legal solo tiene como objetivo ayudar a regular las interacciones sociales. A través de este poder legítimo y la función específica de mantener el orden público, la sociedad espera de su Policía toda la protección posible e incluso imposible, sin embargo, poco o nada hace para ayudarla.
El estudio de las relaciones humanas es una verdadera ciencia complementada por un arte, el de obtener y mantener la cooperación y la confianza de las partes involucradas, por eso este llamado apunta a una verdadera interactividad entre la Policía y la sociedad para combatir mejor la violencia y el crimen en el país.
Durante mucho tiempo la sociedad no se molestó con el tema de la violencia, la delincuencia y la Policía era solo un mal necesario cuando en realidad esta valiosa institución para la defensa del ciudadano es un bien esencial, un verdadero instrumento de ciudadanía y orden público. La Policía es, ante todo, guardiana de las Leyes Penales y fundamento de la Justicia. Sin la Policía, habría un caos social absoluto.
El precepto constitucional de que la seguridad pública es un derecho y una responsabilidad de todos debe crecer siempre hasta obtener el apoyo de la mayoría de la población y no solo de una parte de la sociedad. Los consejos de seguridad de Estados, ciudades, barrios, pueblos y organizaciones no gubernamentales deben fortalecerse cada vez más con conciencia y unión amplia y sin restricciones para ayudar a la Policía en su ardua misión de combatir la delincuencia y restablecer el orden.
La sociedad brasileña necesita apoyarse más en su Policía, en su Ministerio Público, en su Justicia. Necesitamos rescatar la confianza de la gente en sus instituciones de lucha contra el crimen, perdida a través de los siglos.
A la misma velocidad con que avanzan el crimen y la violencia en nuestro país por diversas razones, el crimen organizado cobra fuerza principalmente con el narcotráfico, que acaba siendo la raíz de todos los demás delitos posteriores, tales como: secuestro, homicidio, robo, hurto, tortura. , corrupción, extorsión, lesiones corporales …
Necesitamos, además de leyes más estrictas y menos burocráticas, la unión de todos los segmentos de la sociedad y en especial del gobierno para formar una Policía verdaderamente fuerte, trabajando siempre en interacción con la población para finalmente combatir la marginalidad con más presencia, combatir esto que debe tener una mayor inversión en acciones preventivas para no sobrecargar las acciones represivas, como está sucediendo en nuestro país.
Así, tendremos una fuerza satisfecha trabajando todos juntos como verdaderos socios contra el crimen en la búsqueda del ideal común de una seguridad pública más adecuada y constante que tanto merece la sufrida población brasileña.
Autor: Archimedes Marques (Delegado de Policía en el Estado de Sergipe. Postgrado en Gestión Estratégica de Seguridad Pública de la UFS) – [email protected]
Fuente: www.infonet.com.br
