Cuento de Gustave Flaubert (1874).
El ermitaño Antoine ve en sus sueños alucinantes las fascinantes representaciones de la carne y el espíritu. Las tentaciones lo asaltan en un desfile exaltado que pone a prueba sus sentidos y su misma fe. Cuando amaneció, una visión de Jesús la apaciguó. Antoine presencia el nacimiento de la vida, antes de volver a orar.
La publicación de un volumen es la culminación de años de incansable reescritura a partir de 1849.
En esta obra inclasificable, las fantasías, las esperanzas frustradas, la filosofía del autor se expresan en un lenguaje intensamente poético.