Trilogía Émile Zola incluso Lourdes (1894), Roma (1896) y París (1898).
La elección de estos lugares altos es en sí misma simbólica: Lourdes, desde las apariciones de la Virgen María en 1858, se ha convertido en el universo de los milagros, donde todo es posible; en Roma, el reinado de León XIII da esperanzas de un renacimiento del catolicismo; y París pasa por la capital del mundo moderno. Pero estas tres ciudades son también las paradas del Abbé Pierre Froment (que se puede encontrar en los cuatro evangelios), de la fe al agnosticismo.