Leishmaniasis visceral canina – Enfermedades

LA leishmaniasis visceral canina (LVC) tiene el protozoo como agente etiológico Leishmania donovani chagasi, transmitido por picadura de mosquito Lutzomyia longipalpis (conocido popularmente en Brasil como el mosquito de la paja) que está contaminado con el parásito en cuestión. Esta enfermedad es una zoonosis, es decir, se transmite de humanos a animales y viceversa, afectando, en particular, al perro doméstico. En este último, a diferencia de lo que ocurre en el ser humano, la enfermedad suele afectar a animales sanos.

Este protozoo perteneciente a la familia Kinetoplastida y necesita dos huéspedes para completar su ciclo, siendo un huésped vertebrado, que puede ser un hombre o un cánido, y un huésped invertebrado, que es el mosquito. Cuando el protozoario penetra en el hospedador vertebrado por medio de la picadura del insecto, llegará a lugares como médula ósea, bazo, hígado, sistema linfático, entre otros, y se reproducirá por fisión binaria en forma de amastigote. En el mosquito, que se infectará por la ingestión de sangre de un huésped infectado, la reproducción de este agente será en forma de promastigote, permaneciendo en el tracto digestivo del mosquito.

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Se supone que este protozoo tiene un período de incubación que va desde los 3-6 meses hasta los años, en los perros. En los mosquitos, en cambio, el período entre la contaminación y la eliminación de la forma infecciosa varía de 4 a 21 días. Esta progresa al estado latente o patente, en semanas, meses o años, y puede evolucionar a la forma aguda, subaguda, crónica o regresiva de la enfermedad.

En la mayoría de los casos (60%), los animales son asintomáticos. Sin embargo, cuando presentan manifestaciones clínicas son variadas. Entre ellos están:

  • Síntomas dermatológicos: reacción en el lugar de la picadura (también llamado “Chancro de inoculación”) dermatitis seborreica, alopecia periorbitaria, hiperqueratosis, nódulos subcutáneos, onicogrifosis (crecimiento excesivo de las uñas), ausencia de prurito, erosiones y úlceras, especialmente en las puntas de las orejas. y en el hocico;
  • Linfadenomegalia;
  • Perdida de peso;
  • Fatiga y postración;
  • Fiebre;
  • Anemia;
  • Nefritis;
  • Hepatoesplenomegalia;
  • Hemorragias;
  • Poliartritis;
  • Lesiones oculares (conjuntivitis, queratitis, uveítis anterior, panoftalmitis).

El diagnóstico se realiza mediante el cuadro clínico que presenta el animal, junto con otras pruebas de laboratorio, tales como:

  • Parasitológico, mediante punción medular, ganglios linfáticos palpables, hígado y bazo, además de biopsia de piel y / o vísceras, que es la prueba más confiable para la identificación del microorganismo.
  • Serológico, encargado de comprobar la presencia de anticuerpos, pero no necesariamente la presencia de la enfermedad activa. Se realiza mediante: reacción de inmunofluorescencia indirecta (RIFI), reacción de fijación del complemento (RFC), ELISA y TRALD (test rápido anti-Leishmania donovani). Cuando la prueba serológica de leishmaniasis es positiva, apunta al diagnóstico de la enfermedad. Sin embargo, cuando el resultado es negativo, no se descarta la posibilidad de la presencia de la enfermedad.
  • El recuento sanguíneo es normal o con anemia normocítica normocrónica o no regenerativa.

El tratamiento de CVL no está prohibido. Lo que no puede hacer es hacerlo con medicinas humanas. La opción de tratar a un perro con esta enfermedad involucra algunos puntos, como el estado clínico del paciente y la participación consciente del dueño. Este último debe ser consciente de que la enfermedad es crónica e incurable (solo es posible la curación de los síntomas y el control de la CVL), que hay necesidad de medidas de profilaxis junto con el tratamiento y que es costoso.

Los fármacos utilizados en el tratamiento de la CVL consisten en antimoniato de meglumina (Glucantime®), estibogliconato de sodio (Pentostam®), alopurinol (Ziloric®) y anfotericina B. Cabe señalar que el uso de antimoniato de n-metilglucamina está restringido al tratamiento en humanos. Otro fármaco ampliamente utilizado en Italia y Portugal que no está permitido en Brasil es la aminosidina.

El antimoniato de meglumina es un compuesto antimonial pentavalente y se considera el fármaco más eficaz para el tratamiento de la CVL. El estibogluconato no se usa ampliamente, pero ha tenido éxito. Como los fármacos antimoniato de meglumina y estibogluconato no se encuentran habitualmente, la anfotericina B liposomal o el alopurinol son los fármacos de elección.

Las medidas de control en el área de LVC en un área determinada deben tener en cuenta el conocimiento de la epidemiología en la región en cuestión. Se deben considerar factores que pueden influir en la prevalencia de la enfermedad, tales como: diagnóstico tardío, inmigración de casos, número de individuos susceptibles, tasa de letalidad y aumento de la incidencia de nuevos casos.

La medida profiláctica más eficaz hasta la fecha es la lucha contra el vector, evitando su multiplicación, mediante la aplicación de insecticidas en los lugares donde se reproducen (lugares húmedos ricos en materia orgánica). También es importante conocer los hábitos alimenticios de estos mosquitos, que tienen actividades crepusculares y al atardecer, evitando así el encuentro con este vector (si es posible evitando el encuentro de mosquitos con perros también), cerrando las puertas y ventanas de las casas en estos momentos.

Otras medidas como la aplicación de insecticidas a los animales y el uso de collares que contengan deltametrina (Escalibur®), una sustancia que repele insectos.

La primera vacuna autorizada para LVC es Leishmune®, preparado a partir de la glicoproteína FML (Fricone Mannose Ligand). Se recomienda para la prevención en animales seronegativos, y su aplicación se divide en tres dosis consecutivas, por vía subcutánea, con un intervalo de 21 días, con refuerzos anuales.

Fuentes:
http://www.portalnossomundo.com/site/leishmaniose/leishcanina.html
http://www.hospitalveterinariodoseixal.com/documentos/publicacoes/6+-+Leishmaniose+canina.pdf
http://www.saudeanimal.com.br/artigo99.htm
http://www.revista.inf.br/veterinaria10/revisao/edic-vi-n10-RL52.pdf
http://www.scielo.br/scielo.php?pid=S0102-311X1985000400004&script=sci_arttext&tlng=en
http://www.saudeanimal.com.br/artigo99.htm

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