Lentes de contacto: visión

A lentes de contacto son lentes correctivos colocados en la superficie de la córnea de los ojos para corregir errores refractivos simples. Su uso también se puede realizar en rehabilitación posrefractiva y cuando existe un defecto epitelial persistente. El uso terapéutico puede estar indicado cuando el grado entre los ojos tiene una diferencia significativa o cuando la córnea presenta anomalías.

Funcionan como una alternativa a las gafas (mejoran la apariencia), reducen las restricciones en las actividades diarias y así proporcionan una mejora en la calidad de vida de la persona. Además, se pueden utilizar por motivos estéticos, las lentillas cosméticas son de color.

Están indicados para personas que padecen enfermedades visuales, como miopía, astigmatismo, hipermetropía y presbicia. Para los pacientes con queratocono, es la única alternativa eficaz para corregir el error de refracción cuando el uso de anteojos no puede resolver el problema.

Mujer poniéndose lentes de contacto. Foto: Sergey Ryzhov / Shutterstock.com

Pueden ser de dos tipos y se fabrican con diferentes composiciones: rígidas e hidrofílicas.

Lentes de contacto rígidas

Hay dos tipos: PMMA (hecho de plástico de polimetilmetacrilato) y permeable a los gases (hecho de silicona). El primero no es permeable al oxígeno, lo que limita su tiempo de uso. El segundo, por otro lado, permite que el oxígeno pase a través de la película lagrimal hasta la córnea y, a la inversa, el dióxido de carbono; es el más cómodo entre los dos.

Lentes de contacto hidrofílicos

Son gelatinosos. Están hechos de material plástico poli-HEMA (polihidroxietilmetacrilato) que los hace flexibles y suaves. El oxígeno pasa por tus poros. Pueden ser de uso continuo o desechables.

Se dividen en cuatro grupos, según el contenido de agua y las características superficiales de los materiales de la lente, factores que influyen en la deposición de proteínas y lípidos y también en la comodidad:

  • Grupo I: lentes no iónicos con bajo contenido de agua
  • Grupo II: lentes no iónicos con alto contenido de agua
  • Grupo III: lentes iónicas con bajo contenido de agua
  • Grupo IV: lentes iónicas con alto contenido de agua

El grupo IV tiene una mayor permeabilidad al oxígeno, debido a su alto depósito de proteínas.

Algunas complicaciones asociadas con el uso de los dos tipos de lentes son: malestar, ojo seco, neovascularización corneal, lesión del epitelio superior, conjuntivitis papilar e inflamación corneal, queratitis causada por bacterias (Pseudomona saeruginosa, Staphylococcus aureus y Staphylococcus epidermidis), ameba (Acanthamoeba spp.) u hongos (Candida albicans y Fusarium solani).

Se deben a una higiene de manos inadecuada durante la manipulación o el almacenamiento de los estuches; el uso por periodos prolongados más allá de lo recomendado, el uso de soluciones multipropósito inadecuadas y cuando no hay cuidado ocular regular.

Con la función de limpieza, desinfección y conservación, la solución multiusos ayuda a mantener las lentillas libres de los depósitos de suciedad que se acumulan durante su uso.

Además del cuidado con la manipulación, existen otros factores que influyen en la comodidad de llevar lentes de contacto, como el material de su composición, la adaptación y el tiempo de uso; y factores ambientales, tales como: el ambiente externo (humedad, viento, temperatura), la computadora, la luz, el uso de medicamentos y enfermedades oculares preexistentes.

Referencias:

LEITE, FP; MACENTE, S. Soluciones polivalentes para la desinfección de lentes de contacto: una revisión de su eficacia. Salud e investigación, v. 7, n. 2 de 2014.

RIBEIRO, MCMP et al. Impacto de las lentillas blandas en la superficie ocular. Trabajo de conclusión del curso (Maestría) – Universidad Estadual de Campinas, 2017.

RAMOS, MF Problemas de visión. Trabajo de conclusión del curso (Licenciatura) – Centro Universitário de Brasília, Brasília, 2001.


Comments

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *