Líquido cefalorraquídeo – Sistema nervioso

O fluido cerebroespinal (LCR), también conocido como líquido cefalorraquídeo o líquido cefalorraquídeo, se define como un líquido corporal estéril e incoloro que se encuentra en el espacio subaracnoideo del cerebro y la médula espinal (entre las meninges aracnoidea y de la piamadre). Se caracteriza por ser una solución salina pura, con bajo contenido en proteínas y células, actuando como amortiguador de la corteza cerebral y la médula espinal.

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Otra función de este líquido es suministrar nutrientes al tejido nervioso y eliminar los desechos metabólicos del mismo. Es sintetizado por los plexos coroideos, el epitelio ventricular y el espacio subaracnoideo a una velocidad de aproximadamente 20 ml / hora. En los recién nacidos, este líquido se encuentra en un volumen que varía entre 10 a 60 ml, mientras que en los adultos se encuentra entre 100 a 150 ml.

El LCR fluye desde los ventrículos a través de los agujeros lateral y medial, ingresando al espacio subaracnoideo, cubriendo tanto la corteza como la médula espinal. La reabsorción de este líquido ocurre en las vellosidades aracnoideas, encontrándose en mayor número en el seno sagital superior. Este líquido no se limita a un ultrafiltrado del suero: se genera por filtraciones a través de los capilares coroideos y posterior secreción y transporte bidireccional activo de sustancias por las células epiteliales coroideas.

La barrera hematoencefálica es una barrera virtual que realiza intercambios en ambas direcciones entre la sangre, el LCR y el SNC. Esta barrera, totalmente desarrollada en adultos, evita la penetración de algunas sustancias que pueden ser tóxicas para el SNC.

Para un análisis detallado del contenido de LCR, se debe realizar una punción suboccipital (justo debajo del cráneo) o una punción lumbar (entre la tercera, cuarta y quinta vértebras lumbares). Este procedimiento debe realizarse en condiciones completamente estériles y debe ser realizado por un médico experimentado. Posteriormente al procedimiento, el paciente debe estar en reposo durante un período determinado e hidratación forzada. Por lo general, la recolección se realiza goteando en tres tubos estériles, uno de los cuales está destinado a análisis bioquímicos y serológicos, otro a microbiología y el tercero a citología.

El análisis clínico del líquido cefalorraquídeo se inicia durante la recogida, en la que el profesional debe comprobar el color de este líquido, que debe ser incoloro, así como el flujo (si corre a presión o solo en goteo lento, este último siendo lo normal). El aspecto anormal del LCR se puede describir como: cristalino o turbio, lechoso, xantocrómico o sanguinolento (o hemorrágico). Este último debe distinguirse del accidente ocurrido durante la punción de una hemorragia intracraneal. La xantocromía, de color rosa, naranja o amarillo tiene etiología en la degradación de los eritrocitos, la presencia de bilirrubina, caroteno, gran cantidad de proteínas o pigmento de melanoma.

Fuentes:
http://www.dem.feis.unesp.br/posgraduacao/tesespdf/josericardocamilopinto/capitulo_1.pdf
http://en.wikipedia.org/wiki/L%C3%ADquido_cefalorraquidiano
http://saude.hsw.uol.com.br/cerebro-sistema-nervoso1.htm
Ilustración: http://www.control.tfe.umu.se/Ian/CSF/

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