Máscara – InfoSchool

Actualmente, es común utilizar el máscara como accesorio en diferentes manifestaciones culturales, pero esta práctica ya ocurría en tiempos remotos. Cuando observamos a algunos pueblos o tribus que aún mantienen sus tradiciones rituales en la actualidad, vemos ejemplos vívidos de cómo el uso de la máscara tiene un valor distintivo en la vida cotidiana de estas culturas. En estos pueblos, la máscara tiene una función mágica, ritualista, simbolizando, en la mayoría de los casos, seres que tienen la capacidad de protegerlos del enemigo, de lo desconocido, liberándolos de enfermedades y brindándoles la victoria en las guerras. También tenía la función de honrar a los dioses o personificarlos para que pudieran contribuir a una mejor siembra y cosecha, asegurando la subsistencia de toda la comunidad. En todos los continentes, especialmente en la zona por debajo del ecuador, encontramos culturas que preservan el uso de la máscara en sus rituales sagrados. La máscara ritual, en la cultura occidental, es notable en el apogeo de la civilización egipcia, cuya gente creía en la vida después de la muerte y en sus rituales funerarios utilizaban máscaras para realizar la momificación.

La civilización griega tuvo su apogeo en el siglo. V a. C., período en el que el teatro también se había desarrollado desde los rituales de las fiestas dionisíacas hasta la presentación de tragedias y comedias griegas. La máscara sigue la misma evolución, pasando de ritualista a teatral. Hay indicios de que Thespis habría sido el primer actor en la historia del teatro occidental en usar una máscara con fines dramáticos, pero no se puede afirmar claramente citando los nombres de sus contemporáneos Haerili y Phrynicus. La máscara teatral griega se hizo inicialmente con materiales como: hojas, madera, arcilla y cuero. Tenía distintas funciones cuando estaba en el escenario, como proporción mayor que el rostro del actor y rasgos expresivos acentuados, para que todo el público pudiera asimilar el carácter del personaje.

Máscaras de teatro griego. Imagen: ABG / Shutterstock.com

Es importante señalar que el teatro griego se representó al aire libre, y para un público numeroso que ocupaba las gradas escalonadas alrededor de la orquesta circular. Las máscaras también llevaban pelucas grandes, y donde se colocaba la boca había una especie de cono que permitía una mayor propagación de la voz. Estas máscaras eran desproporcionadas al tamaño del cuerpo humano, por lo que requirieron que se cambiara el tamaño de todo el traje para mantener la proporción estética, incluido el uso de botas de tacón alto.

Los romanos, al apropiarse de diferentes elementos de la cultura griega, absorbieron el uso de la máscara en su teatro, llamándolos “personajes” y “larvas”. Estas designaciones no eran solo para el objeto escénico “máscara”, sino también para indicar las características expresivas y físicas del personaje. En el teatro romano era habitual utilizar más de una máscara en el escenario, donde, según la expresión, derivada de la acción, se cambiaban las larvas. Es importante recordar que el “yelmo” puede considerarse una máscara si lo clasificamos como máscara de guerra.
En la Edad Media, la máscara se hizo más utilizada en las fiestas profanas, sin dejar de formar parte de los “misterios”, una forma de espectáculo promovida por la iglesia dominante para difundir sus dogmas. Pero es en el Renacimiento que la máscara adquiere nuevas características, primero a través de las “farsas” presentadas en los castillos, donde la nobleza las utilizaba como una forma de nivelar a los invitados presentes, formando parte de su propio disfraz, segundo a través de la reanudación de teatro popular de toda Europa con Dell’Arte Comedy.

Arlequín, personaje de la Commédia Dell’Arte. Foto: Eugene Ivanov / Shutterstock.com

Las máscaras sociales son las actitudes sociales que debemos asumir en los más distintos tiempos y espacios de la sociedad contemporánea. Bertolt Brecht utilizó la palabra “gestus” para referirse a las actitudes sociales en las interrelaciones de los personajes. Las relaciones de poder entre los personajes provocan el “gestus” brechtiano, o mejor dicho, la máscara social del personaje. Esta máscara social no tiene por qué ser en realidad un objeto para ponerse en la cara, sino una canción, una palabra, una actitud o un accesorio escénico. La palabra “gestus” proviene de la gestalt.

Hoy en día, la máscara sigue siendo un accesorio importante en nuestra sociedad, siendo utilizada en fiestas populares, rituales sagrados y en otras situaciones que expresan nuestra tradición cultural.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

JASEN, José La máscara en el culto, el teatro y la tradición. Río de Janeiro: Ministerio de Educación y Salud, 1952.
KOUDELA, Ingrid Dormien. Brecht en la posmodernidad. São Paulo: Perspectiva, 2001.
KOUDELA, Ingrid Dormien. Un vuelo brechtiano. São Paulo: Perspectiva, 1992.
VASCONCELLOS, Luiz Paulo. Diccionario de teatro. Porto Alegre: L&PM, 2001.


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