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Max Horkheimer (1895 – 1973) fue un filósofo, sociólogo alemán y autor de una teoría crítica de la sociedad. Fue el principal teórico de la Escuela de Crítica Social de Frankfurt, la llamada Escuela de Frankfurt, y el principal director del Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad de Frankfurt, principal instituto vinculado a esa Escuela. Tanto en su labor como director del Instituto de Investigaciones Sociales como en sus ensayos de juventud, publicados en el Journal of Social Research (Zeitschrift für Sozialforschung, en alemán), estableció la orientación para el trabajo colaborativo entre los diversos pensadores participantes en la Escuela de Frankfurt en la investigación de las ciencias sociales, incluyendo análisis del desarrollo del estado capitalista, la familia, la cultura moderna y el fascismo. También sentó las bases filosóficas para la crítica y la investigación social emprendidas por la Escuela de Frankfurt.
En estos ensayos, uno de ellos titulado La situación actual de la filosofía social y la tarea del Instituto de Investigaciones Sociales, elaboró la relación de cooperación entre la filosofía y las ciencias sociales a través de un materialismo histórico interdisciplinario. Una de sus contribuciones más importantes al pensamiento propuesto por la Escuela de Frankfurt fue la distinción entre teoría “crítica”, principal forma de análisis de la Escuela, y teoría “tradicional”. Con esta distinción, se demuestra que la teoría crítica busca la emancipación del ser humano en lugar de describir la realidad tal como se presenta, como lo hace la teoría tradicional.
En 1939, Horkheimer estableció una relación directa entre capitalismo y fascismo, cuando afirmó que “el fascismo es la verdad de la sociedad moderna” y que “quien no quiera hablar de capitalismo también debe callar sobre el fascismo”, indicando, así, la similitud entre estos dos modelos de sociedad, porque, como él creía, el fascismo funciona dentro de las leyes del capitalismo. En este conjunto de afirmaciones de Horkheimer está lo que para él era verdad: detrás de las leyes económicas está la ley del poder. La realidad de la ideología fascista no es el poder del pueblo alemán, como declaró Hitler, sino el poder de una minoría basada en la posesión de los instrumentos de producción. La tendencia a la ganancia es necesariamente la tendencia al poder social.
Sin embargo, la crítica establecida por Max Horkheimer no sólo se dirige al capitalismo, sino también al comunismo. El comunismo no es, según él, más que capitalismo de estado, es solo una variante del estado totalitario. Bajo el comunismo, las organizaciones de masas del proletariado también constituyeron estructuras burocráticas, estructuras que también se desarrollan en todas las áreas de la vida bajo el capitalismo. Así, los movimientos proletarios no van más allá del capitalismo de Estado. La similitud entre capitalismo y comunismo, según Horkheimer, es que los seres humanos, tanto en uno como en otro, no son más que objetos de la administración del sistema. A través de la ganancia, en el capitalismo, y el “control del plan” en el comunismo, los seres humanos viven siempre bajo una represión creciente.
El problema central de este análisis social emprendido por Horkheimer radica en lo que él y Theodor Adorno llamaron Industria Cultural. La Industria Cultural es la forma en que el sistema, que es la sociedad tecnológica contemporánea, hace posible su funcionamiento. Está constituido por los medios de comunicación de masas, como la radio, la televisión, el cine y la publicidad, en tiempos de Horkheimer, y hoy también se pueden incluir internet y las redes sociales, en un segundo plano. A través de esta Industria Cultural, el sistema establece valores, modelos de comportamiento, lenguaje y crea necesidades, todos ellos muy similares entre sí, pues deben estar al alcance de todos. De esta forma, la Sociedad Industrial, es decir, una sociedad construida por el instrumento de la Industria Cultural, no emancipa a los seres humanos ni estimula su creatividad, sino que los bloquea, para que la sociedad reciba pasivamente su información.
Biografía
Hijo de un adinerado fabricante industrial de telas, Max Horkheimer nació el 14 de febrero de 1895 en Stuttgart, Alemania.
Entre 1911 y 1915 estudió en «Gimnasio de HandelslehreSin embargo, mientras tanto, abandonó sus estudios para trabajar con su padre hasta 1918.
En 1919, Max ingresó a cursos de psicología y filosofía, primero en München, Freiburg y luego en Frankfurt, donde completó su doctorado en 1922. En 1925, estudió filosofía con el renombrado Hans Cornelius.
Al año siguiente, en 1926, se casó con Rosa Rieker. Ese mismo año, fundó el «Instituto de Investigación Social» (Escuela de Frankfurt) en colaboración con Theodor Adorno. Asumió el cargo de profesor en 1930 y, en 1931, fue nombrado Director del Instituto.
Con la persecución del régimen nazi en 1933, se cierra el Instituto de Investigaciones Sociales. Horkheimer se exilió en Estados Unidos en 1934, donde comenzó a trabajar en la Universidad de Columbia, primero en Nueva York y luego en Los Ángeles.
En 1940, Horkheimer y Adorno escriben el clásico “Dialéctica de la Ilustración”.
Unos años más tarde, en 1949, Max regresó a Alemania. Reanuda su cargo como profesor y director del Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad de Frankfurt, donde fue rector entre los años 1951 y 1953.
En 1959 dejó de enseñar y se mudó a Lugano, Suiza, donde continuó escribiendo.
Max Horkheimer muere a los 78 años, el 7 de julio de 1973, en la ciudad de Nuremberg, Alemania.
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Ideas principales
El pensamiento de Max Horkheimer se caracterizó por su marxismo poco ortodoxo y su orientación crítico-sociológica sobre una base filosófica.
Para él, las categorías marxistas no pueden entenderse como conceptos definitivos. Esto se debe a que su valor como crítica de la razón instrumental se fundamenta en la dinámica que existe entre la teoría conceptual y la praxis social y puede provocar diversas reflexiones.
Sus críticas recaen sobre el método cartesiano, que estableció la ciencia como un sistema deductivo y matemáticamente perfecto.
De hecho, la teoría tradicional se vuelve abstracta, a medida que se aleja del origen de los problemas sociales.
Esto se debe a la rigidez con la que este sistema se adhiere a sus propias metodologías, volviéndose altamente formal e instrumental.
A su vez, con la teoría crítica de Horkheimer, el subjetivismo se trasciende por la relevancia social a la que se aplica el método científico aplicado.
Su teoría hace énfasis en la existencia social como determinante de la conciencia y, a su vez, de la praxis histórica.
Principales obras
Las obras de Max Horkheimer despiertan al hombre de su apatía social para protestar contra cualquier orden totalitario.
- Materialismo y moral (1933)
- Teoría tradicional y teoría crítica (1937)
- Eclipse de la razón (1947)
- Dialéctica de la Ilustración (1947)
- Teoría crítica ayer y hoy (1970)
Citas de Theodor Adorno y Max Horkheimer
A continuación se muestran tres frases de Adorno y Horkheimer del trabajo «Dialéctica de la Ilustración«.
- «La ciencia en sí misma no es consciente de sí misma, es un instrumento, mientras que la ilustración es la filosofía que identifica la verdad al sistema científico.. «
- «Cada estupidez parcial de una persona designa un lugar donde el juego de los músculos, en lugar de favorecerse, se inhibe en el momento del despertar.. «
- «La definición de Novalis de que toda filosofía es nostalgia es correcta solo si la nostalgia no se resuelve en el fantasma de un antiguo estado perdido, sino que representa la patria, la naturaleza misma, como algo extraído del mito. La patria es el estado de los que escaparon. «
