Medicina griega antigua – Historia

Según Jouanna, tanto la filosofía como medicina griega antigua fueron influenciados por los escritos de los egipcios. En la medicina egipcia, se creía que los dioses podían causar enfermedades, y una referencia a esta creencia se puede ver en la obra «Ilíada» de Homero, donde, por ejemplo, Apolo y Artemisa matan a personas con enfermedades. Sin embargo, en este período también hubo algunos dioses y semidioses que ayudaron a curar a las personas, como los cultos de Anfiarao en «Inscripciones Graecae VII”(Inscripciones griegas, en latín) y el culto de Asclepio en“De Natura Animalium”(Sobre la naturaleza de los animales, en latín), según Longrigg. En estas fuentes se muestra cuán efectiva se consideraba la curación a través de los dioses, cuyas curaciones fueron efectuadas por predicciones e intervenciones de sacerdotes. Esta perspectiva de que los dioses y los semidioses interfirieron en la vida humana fue fuerte en el período homérico. En este período, según Vieira, tras el diagnóstico, se siguieron dos tipos de tratamiento: uno por magia (con oraciones, ofrendas, amuletos y sacrificios a los dioses) y el otro método a través de plantas y cirugías menores.

En el siglo III a.C., comienza una disputa entre dos corrientes filosóficas, a saber, la Escuela Hipocrática (luego llamada por Galeno como Escuela Dogmática), y la segunda, la Escuela Empírica de Alejandría, fundada por Filino de Cos. Ambas Escuelas interpretaron las causas y efectos de las enfermedades de los enfermos a través del estudio del cuerpo humano, con interpretaciones que se alejaron de las explicaciones sobrenaturales, basadas únicamente en causas naturales.

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Según Maia, la Escuela Hipocrática contribuyó a la elaboración de la teoría de los humores, en la que se cree que el cuerpo tiene cuatro tipos de humores (sangre, flema, bilis amarilla y bilis negra) que determinaban el equilibrio de salud en el cuerpo. . Estos humores tenían naturalezas ligadas a los cuatro elementos, y otras características como la sequedad, el calor, la humedad y el frío. Cada combinación de estados de ánimo junto con los elementos y estos aspectos mencionados anteriormente conforman los cuatro tipos diferentes de temperamentos (sanguíneo, flemático, bilioso y melancólico). En la teoría hipocrática se cree que la causa de la enfermedad es el desequilibrio de los humores. La práctica hipocrática elimina el exceso de humores mediante medicamentos que excluyen este carácter excesivo. Además de este método, también utilizaron la sangría.

La Escuela Empírica se formó en oposición al dogmatismo y la neumática, que se creía que habían desviado la práctica médica con la cosmología y las filosofías. Esta Escuela se basó en la experiencia y la observación, y uno de sus primeros estudios fue la pulsación con Filino de Cos. Las prácticas médicas que buscaron fueron quirúrgicas, tratamientos de heridas y métodos de vendaje. Serapião de Alejandría fue un participante más en la creación de esta Escuela y aportó un método de análisis médico por tres motivos, que son: autopsia, análisis de observación médica y comparación con otros casos de enfermedades.

Otra escuela filosófica conocida como escéptica se formó en respuesta a los métodos de otras escuelas existentes. Fundada por Pirro de Élis (360-272 aC) cuestionó los orígenes del conocimiento científico, metafísico, moral y religioso. El término escéptico, que dio nombre a esta Escuela, proviene del verbo griego sképtomai, que significa investigar, mirar. A pesar de acercarse a la Escuela Empírica, buscó suspender el juicio para valorar la circunstancia de la manera más neutral posible. Así, la indiferencia contribuyó a obtener el fundamento de representaciones y causas.

Bibliografía:

JOUANNA, Jacques. Medicina griega de Hipócrates a Galeno: artículos seleccionados. Leiden: BRILL, 2012, 403 págs.

LONGRIGG, James. Medicina griega: de la época heroica a la helenística Un libro de consulta. Nueva York: Routledge, 2013, 256 p.

MAIA, Patricia Albano. Prácticas terapéuticas jesuitas en el Imperio colonial portugués: medicinas y boticarios en el siglo XVIII. Tesis de doctorado. São Paulo: USP, 2012, 241 págs.

VIEIRA, Raymundo Manno. Raíces históricas de la medicina occidental. São Paulo: FAP, 2012, 648 págs.

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