Medicina romana – Historia –

LA medicina romana se inspiró en muchos estudios de la medicina griega antigua. Esto se debe al dominio del Imperio Romano sobre el territorio griego. A diferencia de los griegos, que buscaban efectos y orígenes, a los romanos no les interesaba esta perspectiva del estudio médico. La medicina romana vuelve a las enseñanzas hipocráticas. Además, los romanos aprendieron de los etruscos formas de higiene pública, riego de campos y drenaje de pantanos para combatir la malaria, destacando así el conocimiento de la importancia del agua potable.

En este período, muchos fueron los enciclopedistas que recopilaron escritos de conocimiento médico hipocrático, siendo los primeros en hacerlo Cornelio Celso y Plinio el Viejo. Celso argumentó, al resumir la práctica de la medicina dogmática a través de tratados hipocráticos, que su trabajo demostró que Hipócrates fue el padre de la medicina y que separó la medicina de la filosofía. Plínio escribió História Natural, que fue el resultado de leer aproximadamente dos mil volúmenes, junto a sus asistentes, quienes le ayudaron a describir la historia de la medicina por etapas. Plinio también le dio crédito a Hipócrates por haber fundado el arte y la ciencia de la medicina.

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En el siglo II d.C., durante el período de Adriano (117-138 d.C.), hubo las dos primeras ediciones de la Cuerpo hipocrático. Uno fue hecho por Dioscórides y el otro por Artemidoro Capitán. Según Rebollo, estas ediciones transformaron la tradición de los escritos hipocráticos, ya que su reedición contribuyó a la lectura de esta obra por parte de Galeno. Dioscórides fue el creador de la farmacología, descrita en su libro de materia medica, que exponen 600 plantas y medicamentos de origen animal y mineral.

Entre los médicos romanos, Claudio Galeno de Pérgamo destaca por sus escritos y conocimientos. Galeno estudió filosofía desde el punto de vista estoico y platónico, estudió medicina con Costúnio Rufo y luego con Pelops, y estudió anatomía con Satyro. Incluso se convirtió en médico del emperador Marco Aurelio y más tarde de Comodo (hijo de Marco Aurelio). Su fama y respetabilidad se debe a la promoción de su conocimiento a través de debates públicos, demostraciones anatómicas, práctica clínica y a través de sus escritos filosóficos y médicos. Las obras escritas al final de su vida fueron comentarios sobre tratados hipocráticos, que originalmente eran notas personales para la práctica y la consulta médica.

Galeno incorpora el esquema de estados de ánimo y temperamento ya sugerido por los escritos recopilados por la Escuela Hipocrática (también conocida como dogmática) y también perfecciona la técnica de la teoría humoral con adiciones de su autoría. Galeno usa la discusión de las estaciones del año y las edades del hombre en el libro III de los Aforismos para hacer su propia teoría de los temperamentos (kraseis). Clasificó las enfermedades en ocho categorías de discrasias, cuatro de ellas son discrasias simples con un solo temperamento y las otras cuatro son discrasias compuestas de temperamentos dobles al mismo tiempo, por ejemplo, seco-caliente, seco-frío, húmedo-caliente y húmedo- frío. La práctica médica galénica se preocupó por equilibrar los estados de ánimo y, de esta manera, se acerca a la práctica de los médicos hipocráticos, prescribiendo una dieta que contenía temperamentos contrarios a los factores causantes de la enfermedad.

Bibliografía:

MAIA, Patricia Albano. Prácticas terapéuticas jesuitas n Imperio colonial portugués: medicinas y boticarios en el siglo XVIII. Tesis de doctorado. São Paulo: USP, 2012, 241 págs.

VIEIRA, Raymundo Manno. Raíces históricas de la medicina occidental. São Paulo: FAP, 2012, 648 págs.

REBOLLO, Regina Andrés. El legado hipocrático y su fortuna en el período greco-romano: de Cos a Ga El legado hipocrático y Galeno. En: Scientle Studia. São Paulo, v. 4, no. 1, 2006, pág. 45-82. Disponible en: http://www.scielo.br/pdf/ss/v4n1/v4n1a02.pdf

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