Memoria Inmune – Sistema Inmune

El sistema inmunológico es responsable de defender el cuerpo contra los patógenos. Este sistema está compuesto por una gama de sustancias y células, incluidas las células de memoria, que cumplen la función de almacenar durante varios años o para el resto de la vida la capacidad de identificar partículas infecciosas, con las que el organismo ya ha estado en contacto. El mecanismo de reconocimiento de antígenos se llama memoria inmune🇧🇷

Durante el primer contacto con un antígeno, el organismo produce una respuesta inmune primaria, en la que los linfocitos B y T se diferencian en células efectoras y células de memoria. Las células efectoras, como su nombre lo indica, combaten específicamente la partícula infecciosa, impidiendo su proliferación. Este tipo de célula permanece en el organismo solo unos pocos días, degradándose luego de que el antígeno es neutralizado; a diferencia de las células de memoria, que permanecen en el cuerpo por largos periodos, inmunizándolo contra la acción del mismo agente infeccioso en exposiciones posteriores. En un nuevo contacto se desencadenará la respuesta inmunitaria secundaria, más intensa y rápida que la primaria, que acabará con los invasores, incluso antes de que aparezcan los síntomas de la enfermedad.

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Las células de memoria son específicas, es decir, el organismo produce un tipo de defensa para cada tipo de antígeno. Esto se debe a que en la superficie de los antígenos existen varias regiones que se pueden identificar, las cuales se denominan epítopos o determinantes antigénicos, así como en las células de defensa existen receptores celulares, moléculas proteicas que propician la interacción de la célula con las sustancias en su interior. el entorno. Cada epítopo se une solo a su receptor celular correspondiente (muy parecido al modelo de la cerradura y la llave), lo que permite que la célula reconozca el cuerpo extraño e inicie una respuesta inmunitaria.

Gracias a la capacidad de las células de memoria para reconocer antígenos, algunas enfermedades se adquieren una sola vez en la vida, como la varicela. El conocimiento sobre la memoria inmunológica también condujo al desarrollo de una herramienta importante en la Medicina del siglo XX: la vacuna. Cuando un individuo es vacunado, se introduce en su organismo un agente infeccioso atenuado (virus, bacterias, toxinas), que lo prepara para responder de manera efectiva a un futuro ataque, evitando que la enfermedad se afiance.

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