Se les llama micosis Infecciones causadas por hongos. Los hongos proliferan preferentemente en lugares cálidos y húmedos (bodegas, por ejemplo), pero están por todas partes, independientemente de estas condiciones favorables.
Estamos, por tanto, en contacto constante con numerosos tipos de hongos que, cuando encuentran condiciones favorables, se instalan en alguna parte de nuestro cuerpo, desencadenando un proceso infeccioso.
Cuando estos hongos se asientan en el exterior de la piel, se dice que es una tiña superficial.
En los casos de tiña superficial, los hongos eligen lugares donde encuentran tejido muerto, como alrededor del cabello y las uñas, donde se alimentan de queratina.
Los principales síntomas de la tiña superficial son cambios y picazón en la piel, siendo la tiña más común el «pie de atleta», conocido popularmente como sabañones. El pie de atleta consiste en el ataque de hongos en la región (piel) entre los dedos, especialmente los pies, provocando un intenso picor.
Las micosis superficiales pueden ir acompañadas de una infección bacteriana.
Las micosis profundas, por otro lado, pueden asentarse en los tejidos subcutáneos o, en casos más graves, pueden diseminarse a través del sistema circulatorio, posiblemente instalándose en los órganos internos (sistema nervioso central, pulmones, intestinos y huesos).
Algunas precauciones para prevenir la micosis:
– observar la obligatoriedad y periodicidad del reconocimiento médico al acudir a piscinas y saunas “públicas”. (clubes, escuelas, etc.)
– Evite caminar descalzo sobre suelos húmedos.
– cuidado al compartir aceras, botas y ropa (especialmente toallas).
– cuidados relacionados con la manicura (observar esterilización de alicates para cutículas, limas, tijeras, toallas).
– Seque bien los pliegues, la mitad de los dedos de los pies, la ingle, etc. Después de la ducha.
En cuanto al tratamiento, la orientación médica es fundamental. Algunos casos pueden requerir meses de tratamiento. También se alerta que muchas personas no siguen el tratamiento hasta el final, pues al darse cuenta de que los síntomas ya no existen, interrumpen la medicación. Los hongos, aún presentes, reanudan el proceso infeccioso.