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[ align=»alignleft» width=»576″] Miocardio
El miocardio es una de las paredes del corazón, representa la porción intermedia y más gruesa, entre el epicardio y el endocardio.
Consiste en músculo cardíaco estriado y consiste en haces entrelazados de células cardíacas estriadas, inmersas en tejido conectivo altamente vascularizado.
La célula del miocardio, llamada miocito, tiene una membrana plasmática (sarcolema), un núcleo central y varias fibras musculares (miofibrillas), que se deslizan unas sobre otras y se conectan a través de discos intercalados. La unidad contráctil de la célula cardíaca se llama sarcómero.
Función miocárdica
[ align=»aligncenter» width=»437″] El miocardio es la pared media del corazón.
El miocardio forma la mayor parte del corazón y es debido a la contracción y relajación de sus células que se bombea la sangre. Entonces, su función es permitir las contracciones cardíacas.
La energía para esta actividad proviene de la respiración aeróbica, dependiente del oxígeno. Por tanto, el miocardio necesita un aporte continuo de oxígeno y nutrientes para su funcionamiento. Las arterias coronarias son responsables del suministro de sangre al miocardio.
Estructura
Fisiología
La contractilidad y la distensión dependen de la presión en la cavidad ventricular ascendente y de la resistencia vascular al flujo sanguíneo descendente, el suministro de oxígeno de las arterias coronarias, el suministro de energía, la frecuencia cardíaca y la estimulación del sistema nervioso autónomo. La variación de solo uno de estos parámetros cambia la función de bombeo del miocardio.
Las fibras musculares son más abundantes en el ventrículo izquierdo que en el derecho, también más numerosas en los ventrículos que en las aurículas. Durante la contracción ventricular, o sístole, el acortamiento de las fibras ventriculares disminuye el volumen de la cavidad y aumenta la presión dentro de ella, permitiendo así la expulsión de dos tercios del volumen de sangre contenida. Durante la relajación ventricular, o diástole, el estiramiento de las fibras aumenta el volumen de la cavidad, que recibe sangre de las aurículas.
Patología
Infarto de miocardio
El infarto de miocardio o ataque cardíaco corresponde a la falta de oxígeno y nutrientes en el músculo cardíaco.
Sin oxígeno, las células carecen de energía para realizar sus actividades y, en consecuencia, disminuyen la capacidad de contracción del tejido muscular. Sin recibir sangre y oxígeno, las células comienzan a morir y se produce la necrosis tisular.
Entre las causas del infarto se encuentra la acumulación de grasa que impide que la sangre llegue al corazón, reduciendo el flujo sanguíneo.
Además, algunas situaciones representan factores de riesgo como: diabetes, hipertensión, sedentarismo, estrés, colesterol alto y antecedentes familiares de enfermedades cardíacas.