A mitocondrias son orgánulos membranosos presentes en varios tipos de células y su cantidad dentro de la célula varía según el tipo o función de la célula. Tienen su propio genoma, es decir, el material genético que existe dentro de las mitocondrias es diferente al material genético de la propia célula. Por esta razón, se cree que el origen de las mitocondrias fue a través de la endosimbiosis.

La teoría de la endosimbiosis dice que la aparición de algunos orgánulos se produjo con la entrada de un organismo procariota en algún tipo de célula eucariota primitiva. Con eso, el primero comenzó a producir alguna ventaja adaptativa para el individuo “invadido”. En este sentido, existió una relación ecológica que benefició a ambos seres, perpetuándose así a lo largo de la historia evolutiva.

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Una característica bastante curiosa de estas estructuras involucra al ADN mitocondrial. El ADN de la célula en sí está formado por el ADN de ambos padres, es decir, la mitad del ADN de un niño se hereda de la madre y la otra mitad del padre. El ADN mitocondrial no sigue esta regla, se hereda exclusivamente de la madre. Por lo tanto, esto significa que las mitocondrias presentes en el óvulo y en las células posteriores se originan exclusivamente a partir de las de la madre.

Estructura

Además de la cantidad de estas estructuras en la célula, su tamaño y forma también son variables. Se pueden encontrar bastante pequeños o relativamente grandes, por lo general ocupan una posición intermedia en una escala de tamaño entre las estructuras celulares. Las mitocondrias se pueden encontrar en diferentes formas. Esto significa que pueden adoptar formas que van desde redondeadas o más alargadas, parecidas a una varilla o adoptando una forma ovoide, hasta presentarse como filamentos.

Estructuras de una mitocondria.  Ilustración: NoPainNoGain / Shutterstock.com

Estructuras de una mitocondria. Ilustración: NoPainNoGain / Shutterstock.com

En cuanto a su estructura básica, la mitocondria está compuesta por dos membranas, una interna y otra externa, y dos espacios formados por ellas, el hiato entre las membranas y el interior de la membrana interna. Ambas membranas mitocondriales están formadas por una bicapa lipídica asociada a proteínas, que controlan la entrada y salida de moléculas.

La membrana exterior es lisa y permite la entrada de muchas moléculas pequeñas y ligeras. La membrana interna, a su vez, presenta varios pliegues o pliegues que se denominan crestas mitocondriales. Estas crestas son extremadamente importantes porque aumentan la superficie de la estructura, lo cual es muy importante porque es allí donde ocurren los procesos indispensables para el mantenimiento de la vida aeróbica. Además, esta membrana tiene una constitución más compleja que la anterior y ejerce una mayor selección sobre lo que la atraviesa.

Entre la membrana externa e interna hay una región de mitocondrias que se conoce como espacio intermembrana. Esta región tiene una concentración y composición de moléculas e iones bastante similar al citosol debido a la selectividad de la membrana externa. Por otro lado, dentro de la membrana interna se llama matriz mitocondrialque está compuesto por varias enzimas, ribosomas, iones y material genético mitocondrial que intervienen en procesos internos, como la generación de energía, por ejemplo.

Ocupación

La función de las mitocondrias está estrechamente relacionada con el suministro de energía a la célula. Para facilitar la comprensión, se puede hacer una analogía: Al pensar en las células como una industria, el núcleo se relaciona con la gestión o administración, el complejo de Golgi con un centro de procesamiento, distribución y almacenamiento, entre otros ejemplos. En este sentido, podemos considerar a las mitocondrias como si fueran centrales eléctricas para la “empresa”.

En términos generales, la energía utilizada por las reacciones que ocurren en la célula proviene del ATP (trifosfato de adenosina🇧🇷 Aunque el ATP se puede formar en el citosol de forma anaeróbica, esta producción es ineficiente. Esto es sorteado por la estrategia adoptada por los seres aeróbicos que comenzaron a generar su ATP de una forma mucho más eficiente, a través de la fosforilación oxidativa, que es un proceso que ocurre en las mitocondrias.

Finalmente, las mitocondrias son orgánulos esenciales para la vida aeróbica y su aparición supone un gran salto evolutivo para la vida tal y como la conocemos. Esto se debe a que en este orgánulo se produce la mayor parte de la energía que utilizan las células de los seres aeróbicos, energía que se utiliza para todos los procesos celulares y sistémicos del organismo, como por ejemplo, para la regulación térmica.

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