Cantante y compositor francés (París 1930-Neuilly-sur-Seine 1997).
Más allá de la imagen, la de una mujer vestida de negro con una silueta esbelta, es su música lo que primero llama la atención. Con melodías hechizantes, una voz de gran personalidad y un delicado toque de piano, tan sobrio como efectivo, Bárbara se encontró fuera de las corrientes tradicionales de la canción francesa y, hasta su muerte, supo compartir sus sueños románticos y sus confidencias sobre el mundo. «mal de vivir».
Entrando en la escena
Auditora libre en el Conservatorio de París, Barbara trabajó allí cantando y tocando el piano (1945). Pero es a la canción a la que decide dedicarse. Después de un primer contrato como corista en una opereta, Violetas imperiales (Vincent Scotto, 1948), siguió los consejos de Jean Wiéner y audicionó en la Fontaine des Quatre-Saisons, un cabaret parisino entonces dirigido por los hermanos Prévert (1949). Pero el programa de espectáculos ya está establecido y, a pesar de una leyenda tenaz, Bárbara nunca cantará allí; por otro lado, conoció a Boris Vian y Mouloudji allí.
En 1950, Barbara se fue de París a Bruselas, donde permaneció dos años. Allí abre su propio teatro de cabaret, donde canta el Fiacre (Léon Xanrof), pero también títulos de Francis Blanche (Damas de la oficina de correos) y Charles Aznavour (Había). De regreso a París, actuó brevemente en varios cabarets (L’Écluse, Chez Moineau), donde añadió a su repertorio composiciones de Léo Ferré y Pierre Mac Orlan, así como las primeras canciones de Georges Brassens. En 1957, grabó su primera velocidad de 45 rpm. (el cantante de medianoche), en el que aparece en particular Mi amigo el gitano (Jacques Verrières); luego se convierte durante seis años en uno de los «pilares» de la cerradura y registra varios 45 rpm: en 1958, el hombre de la costumbre (Pierre Delanoë y Domenico Modugno); el año siguiente, botones dorados (Jacques Datin y Maurice Vidalin).
La consagración
En 1959, Barbara hizo su debut como compositora con Dime, cuando volverás ? (que grabará tres años después). Al año siguiente, después de una temporada en Discorama, famoso programa de televisión de Denise Glaser, Barbara canta G. Brassens, envase la Marcha Nupcial, Pobre Martín, Esposa de Héctor, No hay amor feliz, le valió el Grand Prix du CD. Su carrera volará ahora de éxito en éxito: se suceden los recitales de cabaret (el Jefe de Arte, la Villa d’Este, el Almirante), así como las grabaciones: el álbum Barbara canta Brel (1961), luego Lilac Time, Dime, ¿cuándo volverás? y No recordarás (1962), Nantes y Oigo sonar las cornetas (1963), seguido en 1964 por sus primeras 33 rpm, Barbara canta Barbara, con Morir para morir (premio de la Academia Charles-Cros en 1965).
Invitada al Teatro Junges de Göttingen, Barbara compone para este último Gotinga, quien despues Nantes, impone definitivamente al gran público el universo de esta mujer frágil, de sensualidad turbulenta, voz frágil y dicción cuidadosa. Triunfante en Bobino (1964-1965), luego en el Olympia (1968-1969), también conquistó Milán, Canadá, la URSS, Japón …, mientras otros títulos inmortalizan su directorio: Si la foto es buena (1965), Mi historia de amor mas linda eres tu (1966), la dama morena larga (1969), Yo equilibraré (Georges Moustaki, 1970), el águila negra (1970).
Fin de carrera
Barbara dispara para el cine: la novia del pirata (Nelly Kaplan, 1969), En cuanto al amor (Frédéric Rossif, 1971), Franz (primera película de Jacques Brel, de la que es socia, 1971), el pájaro raro (Jean-Jacques Brialy, 1973), Nací en venecia (Maurice Béjart, 1976). Pero, en 1970, estuvo marcada por el fracaso comercial de la adaptación que hizo de una obra de Rémo Forlani, Señora, y por el de su último disco, a pesar de algunas investigaciones para diversificar su estilo: Ella estaba vendiendo pasteles y los Amigos del Sr. (1968).
El lobo (1973), orquestada por William Sheller, coincide con su distancia de París. Barbara realiza varias giras (Bélgica, Suiza, Israel, Canadá, Japón …). Después de su álbum Soltero (1981), triunfó en el Hipódromo de Pantin y dedicó la canción Miró al presidente François Mitterrand (1981). Luego sube Pasión de lirio en el escenario Zénith, donde actúa junto a Gérard Depardieu (1986). El mismo año, en el Metropolitan Opera de Nueva York, Mikhail Barychnikov improvisó coreografías, mientras cantaba la Cantata y Blues. A partir de 1987 se involucró en la lucha contra el sida, con Amar hasta morir. En 1990, en el teatro Mogador, cantó Gauguin («Carta a Jacques Brel»), Niños de noviembre y Vuelo nocturno. Fue durante un recital en el Châtelet en 1993 que tuvo que detenerse por motivos de salud.
A pesar de su amor por el público, Barbara enrarece sus apariciones en el escenario. Después de un eclipse discográfico de dieciséis años, lanzó el decimotercer álbum de su carrera, titulado simplemente Bárbara, en 1996. Al año siguiente, el mundo del espectáculo elogió su inmenso talento otorgándole, por segunda vez, el trofeo Victoires de la Musique. El artista deja una historia autobiográfica, Era un piano negro …, publicado póstumamente en 1998.