Pintura de Paul Gauguin (1891), 69 x 91,5 cm. Musée d’Orsay, París.
Este lienzo, también llamado En la playa, representa a dos mujeres tahitianas sentadas en un banco de arena o en el suelo de una terraza, como muestra explícitamente una segunda versión del cuadro. Los personajes se yuxtaponen, sin vínculo aparente, mostrando una expresión impasible, malhumorada o soñadora. La vahine de la izquierda está vestida a la moda tahitiana con un sarong bermellón adornado con flores de tiaré, y se ha deslizado una de estas fragantes flores en la oreja. Sus formas llenas son acentuadas por la visión escorzada de su cuerpo, que dibuja una diagonal, indicando la profundidad del lienzo. La silueta maciza de su acompañante, sentada a su lado con las piernas cruzadas, parece encogida en el formato del cuadro. Un enorme vestido rosa de algodón, de manga larga y cerrado hasta el cuello, prenda de moda occidental importada por los misioneros, acentúa la amplitud de sus curvas al disimularlas. El gesto detenido, como suspendido por la mirada de la pintora, retiene delicadamente las fibras de la palma entre el pulgar y el índice.
Para pintar esta escena nacida de su imaginación, Gauguin hizo posar dos veces al mismo modelo, quizás a su joven compañero Teha’amana. El lienzo es un simple pretexto para una armonía de colores vivos y contrastados que se abren a la imaginación.