Narración latina narratio -onis –

(Latín narratio, -onis)

La acción de contar, de exponer una serie de hechos en forma literaria.

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La narración se define como un discurso representativo, que establece el mundo evocado, en contraposición al mundo comentado. Excluye la inserción directa del discurso, a excepción de los diálogos o el estilo directo entonces situado y relativizado por el juego representativo. Esta primacía de la representación impone una dualidad esencial de la narración: a través de la narración, se da inmediatamente como imagen, imagen del mundo, de los gestos, de las acciones, del decir; esta imagen no impide que el enunciado que la constituye permanezca dependiente de un acto de enunciado: la escritura del novelista. Esta primacía también requiere que la imagen-enunciado se presente como autónoma y suficiente: la representación debe, por tanto, llevar sus propias marcas de legitimación, desde el juego de la plausibilidad hasta los refinamientos de la trama y la causalidad, sin descuidar los procedimientos estrictamente simbólicos, ni excluir el comentario, rigurosamente antirrepresentativo y una forma de reflexión de la representación sobre sí misma. Esta legitimación requiere un proceso de coherencia, en sí mismo contradictorio: inevitablemente temporal, la narración usa la sucesión, pero, en la medida en que el enunciado y el enunciado hacen una conexión y relacionan los términos, obedece a un principio de transformación, que hace que el enunciado una cuasi deducción de sus términos iniciales. Esta cuasi deducción es exactamente contraria a la iniciativa propia de la representación. Asimismo, la representación narrativa se inscribe en un doble régimen semántico: la causalidad es el velo de una forma de negar el término anterior, mediante el cual un objeto evocado se suma a otro objeto evocado, bajo la lógica de la acción; esta negación es indistinguible de un fin propiamente gnoseológico, lo que significa que el enunciado es al mismo tiempo testimonio de conocimiento e intención de conocimiento. A este juego de conocimiento le corresponde un sistema predicativo, que, a la visión representativa, agrega una forma de pronosticar. Estas diversas paradojas de la narración se concentran en el estatus del dador de la narración. Más allá del juego con las personas y de las referencias más o menos explícitas a un narrador, identificado o no con el autor, la representación, atestiguar como tal, supone, en las propias marcas lingüísticas de la impersonalidad, un compartir personal-impersonal, sin el cual sería no ser establecido. La narración no puede excluir el hic et nunc de la elocución, excepto si se considera una relación estricta; ya no se trata de representación: el testimonio pertenece al discurso del mundo comentado. Si en la narración stricto sensu nadie habla, toda representación se toma de una palabra según una sistemática interna de lo subjetivo y lo objetivo. Incluso cuando el dador de la historia permanece sin identificar, las palabras de la historia tienen una forma de entregarse que las constituye en el habla.

→ enfoque, historia

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