Neurosis – concepto, estudios, tipos de neurosis – Psicología

El término “neurosis”Fue introducido por primera vez en 1769, por el médico Willian Cullen, para nombrar enfermedades nerviosas y trastornos psicológicos. Un importante difusor de este vago concepto fue el “padre de la psiquiatría”, Philippe Pinel. Las consecuencias de esta connotación inicial persisten: aún hoy, el sentido común constituye un sentido erróneo o despectivo de la palabra.

A partir de 1893, con Sigmund Freud y el desarrollo de su teoría psicoanalítica, se dio un nuevo significado a la comprensión de la neurosis, vigente en el discurso de la época. Desde entonces, la concepción se ha ubicado en una estructura tripartita de nociones utilizadas para explicar el funcionamiento psíquico de los individuos, designando una forma de ser y relacionándose con su deseo y sus contradicciones. Finalmente, se consolidó como uno de los paradigmas actuales de normalidad, y su forma de sufrimiento es socialmente aceptada.

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Psicoanálisis freudiano

La neurosis es un mito individual. Su funcionamiento parte de la constitución del sujeto, de hechos primitivos ocurridos en la infancia. Su actividad es una respuesta a hechos antiguos, en constante repetición y reedición, de una forma particular e incomprensible a los ojos de los demás.

En él, hay un conflicto entre el “yo” y el “eso”, haciendo convivir las actitudes que contradicen las exigencias instintivas y las que toman en cuenta la realidad, en un conflicto entre el deseo y la censura.

El mecanismo de defensa psíquica que utilizan los neuróticos para estos enfrentamientos es la represión. Esto elimina los contenidos no deseados o conflictivos de la conciencia, pero los mantiene en el inconsciente. Pueden emerger, y en este caso, es simbólicamente, en forma de síntomas, que se drenan.

formas clásicas de neurosis

Es posible describir tres modelos clásicos de neurosis, con sus particulares manifestaciones y posiciones en relación con el goce. Elementos en común con ellos son el hecho de que existen transferencias hacia terceros y defensas frente a la sexualidad infantil reprimida. Sin embargo, estos no son los únicos modelos posibles, ya que no es necesario que la descripción sea totalmente compatible con el individuo para inscribirlo en la estructura.

neurosis obsesiva

En este tipo de neurosis, el conflicto se expresa por síntomas compulsivos (ideas persistentes, ritos conjurativos y realización de actos indeseables) y por la forma de pensar caracterizada por cavilaciones y dudas mentales, que conducen a inhibiciones del pensamiento y la acción.

Neurosis fóbica

En este caso, se atestigua la presencia de una fobia, que es la fijación de la ansiedad en un objeto externo. Así, el miedo a ella es desproporcionado a su peligro real y conduce a reacciones incontrolables por parte del sujeto.

neurosis histérica

El término histeria se asocia históricamente con el sufrimiento de las mujeres; no en vano se deriva de la palabra griega hystera (útero, matriz). Además, era una noción cara a Freud, inicialmente utilizada para describir los sufrimientos de las mujeres a las que asistía (europeas, blancas y burguesas). Sin embargo, en la actualidad, se sabe que esta neurosis no es exclusiva de personas de género y clase social, sino que se encuentra en todos los segmentos de la sociedad.

Sus cuadros clínicos son variados y en el orden de somatización, conversión y disociación.

Los síntomas corporales se dividen en paroxísticos (crisis emocionales teatrales y ataques o convulsiones de apariencia epiléptica) y duraderos (parálisis histérica, contracturas, ceguera, anestesia y globo faríngeo).

Referencias bibliográficas:

LAPLANCHE, J; PONTALIS, JB Vocabulario del psicoanálisis. São Paulo: Martins Fontes, 1996.

ROUDINESCO Y PLON, Diccionario de psicoanálisis. Río de Janeiro: Jorge Zahar, 1998.


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