novela por letras –

Es una forma romántica que utiliza la letra como vehículo de la narración. Sus fuentes se encuentran en el lirismo en verso de un Ovidio, los manuales de correspondencia especialmente destinados a las mujeres, las novelas que incluyen letras (l’Astrée), las colecciones de letras, auténticas o ficticias, suscitadas por la retórica amorosa del Renacimiento y de la preciosidad. Particularmente en boga en xviiimi siglo, el género corresponde a una necesidad de autenticidad y libre expresión de la subjetividad. La novela de letras nace del encuentro entre dos tipos de letras: letras polémicas y filosóficas, cuyos mejores éxitos fueron Cartas provinciales (1656) de Pascal – y las cartas de amor, cuyo modelo era la correspondencia de Héloïse y Abélard, a menudo traducidas o imitadas al final del xviimi siglo y cuyos ejemplos más conocidos son Letras romanas o Nouveau Roman compuesto por letras y billetes (1667) de d’Aubignac y el Letras portuguesas (1669) de Guilleragues. El género se va formando paulatinamente por la polarización de la correspondencia en torno a un hilo narrativo, como lo demuestra el Cartas que contienen una aventura de Marivaux (1719-1720) y en el Letras persas (1721) de Montesquieu, que combinan una novela romántica en el serrallo y un relato satírico sobre la Francia del tiempo vista por los persas: la multiplicidad de corresponsales y el juego de la cronología y el orden de las letras permiten efectos de romances inéditos. Fueron seguidos por muchas imitaciones como el Letras iroquesas o peruanas, mientras que la Letras inglesas por Voltaire (1734), el Letras judías (1735), cabalístico (1737), luego chino (1739) del Marqués de Argens se limitaron al lado filosófico o satírico y no hablan propiamente de la novela. La técnica epistolar podría servir tanto para una trama libertina (en Crébillon) como sentimental (en Mme de Graffigny). La traducción, de 1742, de las grandes novelas de Richardson, Pamela, Clarissa Harlowe, Sir Charles Grandison, insufló nueva vida al género.

Las voces de la letra

La forma monódica sugiere la voz solitaria de una mujer, en letras a menudo llenas de desesperación, según el género poético de lahéroe: Cartas de la Marquesa de M *** de Crébillon, Cartas de un peruano por Mme de Graffigny o incluso la monja por Diderot. En la forma polifónica, las correspondencias se cruzan, multiplicando registros y tonos. METROme Riccoboni compuso nada menos que seis novelas epistolares cuyo interés particular es el examen de la sensibilidad femenina. Rousseau, con Julie o la nueva Eloísa (1761), muestra la referencia a la pareja medieval. Restif de la Bretonne multiplicó los títulos, pero solo el campesino pervertido fue exitoso. Laclos alcanzó con Las amistades peligrosas (1782) la cumbre del género, mientras que Sade, en Aline y Valcour o la novela filosófica (1795), intentó competir con sus ilustres predecesores. En estas obras, la trama a veces se extiende por varios años, a veces se aprieta en unos pocos meses. Puede integrar disertaciones filosóficas como las grandes letras de la Nueva Eloísa sobre educación o economía doméstica, o seguir exclusivamente su hilo narrativo. los Werther (1774) de Goethe volvió a la forma monofónica – fue imitado por Foscolo (las últimas cartas de Jacopo Ortis, 1798). Siguiéndolo, Senancour compuso Oberman (1804), monólogo solitario del héroe. El género fue explotado bajo el Imperio por novelistas: Mme desde Genlis, Mme desde Souza, Mme por Krüdener (Valerie 1804), Mme por Staël (Delfina, 1802), Mme CottinClaire d’Albe, 1799; Amelia Mansfield, 1803). Sus últimos éxitos son quizás los Memorias de dos novias jóvenes (1842) de Balzac o Jacques (1834) de George Sand.

¿Eres estudiante, profesor o academia?

DATE DE ALTA EN NUESTRA RED SOCIAL!, Grupos de estudio, apuntes, escribe en tu propio blog, añadir tu academia o dar clases particulares y Aprende!!!.

Abrir un perfil

Efecto de realidad y visión multiocular

El uso de la letra es inseparable de una reforma de la técnica romántica y de la relación del autor con la ficción que desarrolla. La carta continuamente da voz a los personajes, lo que excluye la intervención de un autor. El punto de vista constante es el del personaje que escribe, que establece un efecto de la realidad, adjunto a la redacción de la carta y a la recepción por un lector interno de la correspondencia. Este intercambio es una especie de revuelto de la inmediatez sugerida por la ficción epistolar, e implica un juego de ambigüedades implícitas o explícitas. La sucesión de letras conlleva una organización temporal externa (datación) y una duración determinada (la de la escritura, la de la lectura) que constituye un sistema temporal autónomo. Hay una contradicción peculiar en la novela de letras: toma por un representación no mediada de la realidad (ficción de la autenticidad de la letra) y excluye cualquier problemática admitida de la representación.

Grabación de sensibilidad

El clímax y el borrado de la novela por letras corresponden a la variación en la concepción e interpretación de esta representación inmediata. El efecto de realidad, unido a la novela por letras, es, por tanto, más que una cuestión de técnica (la carta es un documento dado como un objetivo en sí mismo, se refiere a un hecho de mentalidad: la literatura no puede mentir en cuanto expresión del sujeto y de relaciones intersubjetivas, aunque estas relaciones estén, en sí mismas, falseadas. Esta primacía del carácter del escritor y del destinatario -ficticio o real (el lector) – conlleva una doble limitación de la representación: por el número de personajes del escritor, que no puede crecer indefinidamente, y por el punto de vista inevitablemente restringido de estos. caracteres. La novela de letras excluye lo que será el fin de la representación de la gran novela realista y la ficción de la impersonalidad: la totalidad. La representación no mediada es ante todo la de la subjetividad, considerada en sí misma y en sus relaciones con lo externo a ella. La novela de letras es, en este punto, una técnica eficaz: rompe con la aleatoriedad de la narrativa de interioridad (novela analítica), permite relacionarse estrictamente con la notación afectiva o intelectual. La novela de letras es un juego sobre las discontinuidades del sentimiento y la subjetividad.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *