Nuevo Orden Mundial – Geopolítica

El término Nuevo orden mundial se ha utilizado en varios momentos de la historia para indicar una ruptura radical en la forma y el contenido de cómo se organizan las relaciones internacionales entre las naciones, con énfasis en el equilibrio de poder entre las potencias mundiales en el momento, es decir, la paz y la coordinación entre los más países militar y económicamente desarrollados, ejerciendo conjuntamente las directrices que marcarán el camino a seguir por otras sociedades menos desarrolladas.

El nuevo orden mundial que existe hoy (ya que, como se ha dicho, hubo otros «nuevos órdenes mundiales» anteriores) se caracteriza por la unipolaridad, el control de los destinos del mundo por una sola superpotencia, superviviente de la Guerra Fría, Estados Unidos Unidos., este último apoyado por potencias más pequeñas pero aún influyentes (Europa y Japón).

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Se cree que el fenómeno de la globalización y el nuevo orden mundial son intercomunicables, resultando cada uno causa y consecuencia del otro, pues se configuraría una dominación del imperio norteamericano sobre la economía de mercado, auxiliado por el fenómeno denominado “balcanización”. ., que consiste en la fragmentación de varios antiguos estados soberanos donde predominaba la coexistencia de varias etnias y culturas diferentes. Tal fenómeno ayudaría a mantener el dominio económico y político estadounidense, ya que la soberanía de otros estados sería cada vez más limitada, condicionada, en definitiva, inhibida. Con ello, se supone que en este nuevo orden mundial, el Estado nacional tal como lo conocíamos hasta hace unas décadas entra definitivamente en decadencia, con el resultado de que gran parte de la población mundial vuelve a convivir con protectorados de facto, débiles países, sin representación, sostenidos únicamente por la idea de unidad étnica y cultural.

También es importante destacar no sólo el declive de la gran mayoría de los estados nacionales sino también de los organismos internacionales (que son, junto con los estados, el otro sujeto del derecho internacional). Esta afirmación quedó patente en la decisión unilateral de EE.UU. de invadir Irak, sin antes considerar la opinión de las Naciones Unidas, pasando literalmente por encima de esta organización que debe luchar por el equilibrio y el respeto a la soberanía de todos sus miembros, y además, ante todo, a preservar la paz y encontrar soluciones pacíficas para resolver todos y cada uno de los conflictos.

Pero la peor cara del nuevo orden está ligada a la quiebra del Estado nacional, el cual, bajo un manto de respeto a la ciudadanía y a los derechos fundamentales del ciudadano, vuelve cada vez más inocua la política interna de los países, alejando al pueblo de ( basta con ver la creciente abstención en las elecciones nacionales en la mayoría de las democracias del mundo). Así, una dictadura liberal e inocua domina los países democráticos y los somete a la política de una economía de libre mercado orientada a los intereses de la superpotencia remanente, Estados Unidos. Se descuidan así los intereses de las naciones mismas, y el desempleo y el fin de la libre empresa en el campo económico alcanzan niveles aterradores. Los ciudadanos contemporáneos están cada vez más presionados por el mercado y están perdiendo sus derechos a la educación, la salud, el trabajo, el saneamiento básico, en definitiva, servicios públicos de calidad, para poder disfrutarlos sólo cuando puedan pagarlos adecuadamente.

Bibliografía:
https://web.archive.org/web/20100611220437/http://eduquenet.net/ordenmundial01.htm

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