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Obliteración del ojo u obstrucción de una abertura o vaso en ese órgano.
Las oclusiones oculares pueden ser patológicas (oclusiones de arterias o venas en la retina) o terapéuticas.
OCLUSIÓN ARTERIAL RETINAL
Es una parada de la circulación en la arteria central de la retina o en una de sus ramas divisorias.
Causas
Esta oclusión se debe con mayor frecuencia a la presencia, en la pared interna de una arteria de uso cefálico (arteria carótida primaria o interna, aorta torácica, etc.), de una placa de ateroma (depósito graso), favorecida por diabetes, hipertensión arterial o un nivel alto de lípidos en la sangre. Un fragmento de placa desprendida (o émbolo) es a veces arrastrado por la circulación y bloquea repentinamente la arteria central de la retina. La embolia también puede ocurrir en ciertas afecciones cardíacas (enfermedad de la válvula mitral, fibrilación auricular). Más raramente, la enfermedad de Horton (inflamación de una o ambas arterias temporales), que afecta a los ancianos, puede ser responsable de una oclusión de la arteria retiniana.
Signos y síntomas
Un sujeto con oclusión arterial de la retina pierde repentinamente la vista de un ojo en cuestión de segundos. Si la oclusión afecta a una rama de la arteria, la pérdida de visión es parcial y corresponde a la porción de retina afectada. Esta pérdida de visión a veces va precedida de episodios idénticos pero breves. La oclusión no causa ningún dolor; no hay ningún cambio en la apariencia externa del ojo, aparte de la dilatación de la pupila, que no reacciona a la luz.
Diagnóstico
El examen del fondo de ojo revela un edema blanco en la retina, que muestra la mancha roja de la mácula. Las arterias son filiformes.
Tratamiento y pronóstico
El tratamiento es urgente porque, a las pocas horas, la oclusión de la arteria central de la retina provoca ceguera permanente en el lado afectado. El tratamiento de la oclusión arterial retiniana debida a una embolia implica la administración de vasodilatadores y anticoagulantes sistémicos. La enfermedad de Horton requiere tratamiento con corticosteroides.
A pesar de la rápida implementación del tratamiento, la vista a menudo permanece perdida de forma permanente.
OCLUSIÓN RETINAL VENOSA
Es una parada de la circulación en la vena central de la retina o en una de sus ramas.
Causas y sintomas
Las causas más frecuentes de oclusión venosa retiniana son hipertensión arterial, arteriosclerosis y trombosis venosa.
El sujeto nota una caída rápida y más o menos significativa de la visión en un ojo. Ningún otro signo es detectable.
Diagnostico y tratamiento
El examen del fondo de ojo revela numerosas hemorragias repartidas por toda la retina con venas dilatadas y, en ocasiones, pequeñas manchas blancas con contornos borrosos, signos de isquemia retiniana (disminución significativa del riego sanguíneo). La angiografía ocular especifica si la oclusión es isquémica (que detiene la circulación sanguínea) o edematosa. Dependiendo del caso, la terapia anticoagulante o antiplaquetaria puede prevenir la extensión de la discapacidad visual en el lado afectado. Esta terapia debe combinarse con el tratamiento de la causa de la oclusión. Sin embargo, la vista casi nunca se recupera por completo.
OCLUSIÓN TERAPÉUTICA
La oclusión ocular es la operación de cubrir un ojo para obligar al otro a «trabajar» en caso de ambliopía (pérdida parcial o relativa de la visión en un ojo). Esta oclusión terapéutica de un ojo está destinada a niños menores de 6 años y da buenos resultados cuando se sigue durante la duración del tratamiento (varios meses). También se puede utilizar para eliminar una de las imágenes, en caso de diplopía (doble percepción de un objeto).
