Oncocercosis – causas, síntomas, tratamiento – enfermedades

LA oncocercosis, también conocida como «ceguera de los ríos» o «enfermedad de garimpeiro», es una enfermedad causada por el parásito nematodo Onchocerca volvulus, que afecta exclusivamente a los seres humanos.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 99% de los casos de oncocercosis (17 millones en total) registrados en el mundo ocurren en África. Esta enfermedad se observó por primera vez en Ghana, en el año 1875. En Brasil, esta enfermedad no se detectó hasta 1967.

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Su transmisión la realiza el mosquito Simulium spp., conocido popularmente como piúm (región norte) o gomoso (otras regiones). Cuando este insecto pica a un huésped infectado, termina chupando microfilarias junto con la sangre. Estos, a su vez, maduran en el interior del cuerpo del mosquito, transformándolos en formas infecciosas, por lo que se inyectan en el torrente sanguíneo de otro individuo picado por el insecto.

La enfermedad se caracteriza por la aparición de nódulos subcutáneos fibrosos, también llamados onchocercomas, en superficies óseas en diferentes regiones del cuerpo. Estos nódulos son móviles, no causan dolor y es donde se encuentran los parásitos en la etapa adulta. Los machos pueden atravesar el cuerpo del huésped, migrando de nódulo a nódulo, fertilizando a las hembras que están enredadas en estas estructuras. Por día, estos parásitos tienen la capacidad de generar hasta 3.800 larvas, que se denominan microfilarias. Esta enfermedad no conduce a la muerte, pero puede causar ceguera en las personas.

Las microfilarias llegan a diferentes partes del cuerpo, como los ojos, la linfa, la orina, la saliva, el licor y, a veces, incluso el torrente sanguíneo. Aunque algunos pueden madurar en otros lugares del cuerpo, generando nuevos nódulos, la mayoría muere debido a la lucha contra el sistema inmunológico.

Inicialmente (aproximadamente 1 año después de la infección), aparecen síntomas que hacen referencia a formas adultas, que, básicamente, son la formación de nódulos. Después del inicio de la producción de microfilarias, surgen síntomas más graves. La respuesta positiva del sistema inmunológico a la diseminación de microfilarias a través del torrente sanguíneo y linfático da como resultado la aparición de prurito y erupciones cutáneas, lo que lleva a la pérdida de elasticidad de la piel y a la aparición de pápulas, regiones despigmentadas e inflamación de los ganglios linfáticos (adenopatías). ), además de fiebre. En el caso de las microfilarias que migran al globo ocular, se producen reacciones que conducen a la fibrosis en esa región y también a la acumulación de complejos de anticuerpos, lo que resulta principalmente en conjuntivitis con fotofobia y, a veces, pérdida total de la visión, generalmente en ambos ojos. En raras ocasiones, la elefantiasis del escroto y las extremidades inferiores puede ocurrir cuando los nódulos obstruyen los canales linfáticos presentes en esa región.

La sospecha se obtiene a través de las manifestaciones clínicas, junto con la historia epidemiológica. La confirmación se realiza mediante la identificación del gusano adulto o microfilarias mediante diversas pruebas, como biopsia de nódulo o piel, punción con aguja y aspiración del nódulo, examen oftalmoscópico de humor acuoso, orina, o también, mediante pruebas de inmunidad, como inmunofluorescencia, ELISA, PCR y reacción intradérmica.

El tratamiento se realiza mediante la administración de ivermectina para combatir las microfilarias, que no es muy eficaz frente a formas adultas. Los oncocercomas se eliminan quirúrgicamente. En el pasado, el tratamiento de las microfilarias se realizaba con fármacos antiparasitarios, que todavía se utilizan en la prevención en regiones endémicas. Sin embargo, la evidencia de que las microfilarias dependen de las bacterias rickettsiales endosimbiónicas presentes dentro de sus cuerpos, dio como resultado la creación de una terapia con doxiciclina.

En zonas endémicas es recomendable llevar ropa que cubra la mayor parte del cuerpo, repelentes de insectos y hamacas. Sin embargo, la erradicación de insectos transmisores de insecticidas es la única medida a largo plazo, y se ha ejercido en los programas de la OMS en áreas endémicas, junto con la administración masiva de medicamentos antiparasitarios a las poblaciones, con buenos resultados.

Fuentes:
http://www.medicinanet.com.br/conteudos/revisoes/1812/oncocercose.htm
http://www.saberweb.com.br/doencas/oncocercose.htm
http://www.fiocruz.br/ccs/cgi/cgilua.exe/sys/start.htm?infoid=935&sid=12
http://www.pdamed.com.br/doeinfpar/pdamed_0001_0053.php
http://portal.saude.gov.br/portal/saude/profissional/area.cfm?id_area=1564
http://en.wikipedia.org/wiki/Onchocerciasis

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