LA osteofluorosis, también llamada fluorosis ósea, consiste en un trastorno óseo resultante de un mayor consumo de flúor.
Por lo general, es el resultado de la inhalación de polvo o humo que contiene flúor, que se observa comúnmente en los trabajadores de ciertas industrias; el uso de carbón como fuente de combustible, una práctica común en China; consumo de agua fluorada en exceso; además del consumo excesivo de flúor en la dieta, especialmente al ingerir un té, el té de ladrillo. Otro factor que conduce a este trastorno es el consumo de agua de pozos profundos, como en India, que naturalmente tiene una alta carga de flúor.
Los países con más casos de osteofluorosis son China e India. UNICEF estima que este trastorno es endémico en 25 países de todo el mundo; sin embargo, se desconoce el número total de personas afectadas por la osteofluorosis.
Las manifestaciones clínicas varían según el estadio en el que se encuentre la enfermedad:
- Fase preclínica: asintomática, detectándose solo un ligero aumento de la masa ósea en las imágenes radiográficas.
- Fase clínica I: dolor esporádico, aumento de la rigidez articular y osteosclerosis en pelvis y columna.
- Fase clínica II: dolor articular crónico, artritis, calcificación leve de ligamentos, aumento de la osteoclerosis y hueso esponjoso.
- Fase III: limitación de los movimientos articulares, calcificación de ligamentos en la región cervical y columna vertebral, deformidades paralizantes de la columna y grandes articulaciones, pérdida de masa muscular, defectos neurológicos o compresión de la médula espinal.
El diagnóstico se realiza a través del cuadro clínico y la historia, junto con pruebas de imagen, como radiografías y tomografía computarizada.
El manejo dependerá de la etapa en la que se encuentre la enfermedad, incluido el tratamiento de los síntomas, con antidolor, complejos vitamínicos y eliminación del factor desencadenante del trastorno.
Fuentes:
http://en.wikipedia.org/wiki/
http: //www.fluorideresearch.
http: //www.medicinageriatrica.