Paz de Westfalia – Historia

También conocido como Paz de Westfalia o Tratados de Westfaliaconsistió en un conjunto de 11 tratados firmados a lo largo de 1648 que pusieron fin a la llamada Guerra de los Treinta Años, una de las series de conflictos más destructivas y sangrientas de la historia europea.

Aunque la paz se negoció durante muchos años, en conferencias que reunieron a cientos de negociadores, el fin de los combates sólo comenzó a hacerse realidad cuando el día 30 de enero se firmó el tratado de fin de hostilidades entre España y Holanda en la ciudad de Munster. El 24 de octubre, en la misma ciudad, se acordarían nuevos tratados promoviendo la paz entre el Sacro Imperio Romano Germánico, los príncipes alemanes, Francia, Suecia y el papado.

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Además del final de la guerra en sí, se proclamaría una amnistía general y los vencedores del conflicto tendrían ganancias políticas o expansiones territoriales. Francia ganaría Alsacia, Metz, Toul y Verdun; Suecia obtendría el control del Mar Báltico, los ríos Oder, Elba y Weser, el oeste de Pomerania, el puerto de Wismar, el obispado de Verdun y el arzobispado de Bremen. Holanda y Suiza habrían confirmado su respectiva independencia. Además, se reforzaría la soberanía de los más de trescientos estados del Imperio alemán, lo que establecería efectivamente un gobierno federalista, y se confirmaría la libertad de culto y devoción religiosa en tierras alemanas junto con la Paz de Augsburgo -aunque esto no ser aplicado en las posesiones hereditarias de la Casa de Habsburgo.

En términos geopolíticos, la Paz de Westfalia significó la decadencia de España y del Sacro Imperio Romano Germánico y el inicio de la hegemonía continental francesa. El primero tuvo que reconocer, tras conflictos que duraron ochenta años, la independencia de los Países Bajos, y supuso el fin de la Unión Ibérica tras la restauración portuguesa llevada a cabo por la Casa de Bragança en 1640; el segundo vio reducida drásticamente su influencia tras el fortalecimiento de la vecina Prusia. Mientras tanto, la Francia victoriosa conocería durante décadas el brillo y la fuerza absolutista de la corte del Rey Sol.

Sin embargo, la consecuencia más vital de la Guerra de los Treinta Años fue el surgimiento de un sistema internacional de estados. Este consistía básicamente en un derecho basado en la reciprocidad y los pactos normativos; ahora, los estados mantendrían relaciones pragmáticas entre sí, en una lógica conocida desde entonces como “razón de estado”. En consecuencia, las relaciones internacionales ya no se basaban en la confesión religiosa de los reinos, sino en el reconocimiento o no de su soberanía. Políticamente, esto significó que se inauguró un régimen de tolerancia que puso fin a varias décadas de tensiones y conflictos religiosos.

La Paz de Westfalia, sin embargo, también fue la base de futuras tensiones en Europa, ya que hizo imposible la unificación alemana en el siglo XVII. Esta hazaña solo la lograría el canciller Otto Bismarck en la segunda mitad del siglo XIX, en el contexto de una nueva guerra con Francia. Al lograr recuperar el territorio de Alsacia, Alemania dañaría irreparablemente el delicado equilibrio europeo logrado más de dos siglos antes, iniciando la serie de hechos que darían lugar a las dos guerras mundiales en el siglo XX.

Bibliografía:

CARNEIRO, Henry. «Guerra de los Treinta Años». En: MAGNOLI, Demetrius (eds.) Historia de las Guerras. São Paulo: Contexto, 2006. pp. 184-187.

https://internacionaldireito.wordpress.com/tag/tratado-de-vestfalia/

http://operamundi.uol.com.br/conteudo/historia/25046/hoje+na+historia+1648+-+signature+de+tratados+internacionais+selam+a+paz+da+vestfalia.shtml

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