Península itálica – definición

La península itálica o península de los Apeninos es una de las tres penínsulas del sur de Europa. Situada entre la Península Ibérica y la Península Balcánica, ocupa el 93% del territorio de Italia. El resto de la región está ocupado por cuatro estados independientes: la República de San Marino, la República de Malta, el Principado de Mónaco y ciudad del Vaticano.

También se encuentran en la Península Italiana, territorios que forman parte de Francia, Suiza, Eslovenia y Croacia.

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La península itálica se encuentra en medio del mar Mediterráneo, en la parte suroeste de Europa. Su disposición longitudinal toma la forma de una bota. Está limitado al norte por los Alpes, al sur por el mar Jónico, al este por el mar Adriático y al oeste por el mar Tirreno.

La posición peninsular favoreció los avances del ejército romano hacia Europa, África y Asia. El relieve se caracteriza por dos cadenas montañosas, los Alpes, al norte, se consideran una barrera casi infranqueable.

Península itálica

geografía

La geografía de la península itálica está marcada por llanuras, mares, montañas, lagos y ríos. También en esta región se encuentran las dos islas más grandes del mar Mediterráneo: Sicilia y Cerdeña.

La mayor parte del territorio está formado por montañas. Solo el 23,2% es plano. También hay una porción volcánica notable.

Casi toda la región está atravesada por montañas. Los más altos son los Alpes, que atraviesan toda la península italiana. La cadena de los Alpes se formó entre los períodos Mesozoico y Cenozoico y creó una barrera natural entre la península y Europa.

Menos escarpados son los Apeninos, que aparecieron durante el período geológico llamado Oligoceno.

Hidrografía

La presencia de cadenas montañosas significa que la península itálica tiene ríos más cortos. El río más largo es el Po, que tiene 652 kilómetros de largo y desemboca en el mar Adriático. El segundo más grande es el Adige, que tiene 410 kilómetros y también desemboca en el Adriático.

El Tíber es el tercer río peninsular más grande. Desemboca en el mar Tirreno, tiene 405 kilómetros de largo.

La península itálica también está marcada por la intensa presencia de lagos. Hay al menos mil, muchos de ellos glaciares, costeros y volcánicos.

Volcanes y terremotos

Debido a que se encuentra entre dos placas geológicas, la placa africana y la placa euroasiática, la península es propensa a los terremotos. Los mayores choques sísmicos se han registrado en el suroeste de Sicilia y, vamos, a lo largo de los Apeninos.

La región también está marcada por una intensa actividad volcánica. Hay numerosos volcanes distribuidos en la península itálica. El más famoso de ellos es el Vesubio y todavía hay Etna en actividad.

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