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Los pergaminos son soportes de piel de animal para escribir o dibujar fabricados desde la antigüedad.
El uso del pergamino supuso una revolución, ya que el material es más resistente y duradero que la arcilla y el papiro, por ejemplo.
En la Edad Media, los pergaminos se usaban en los monasterios para copiar libros. Solo con la popularización de la imprenta en el siglo XV, se abandonó el material en favor del papel.
Actualmente, se utilizan para la elaboración de diplomas y se utilizan en mobiliario y decoración.
Origen del pergamino
Se cree que los pergaminos se originaron en la ciudad de Pérgamo, en la Antigua Grecia, de ahí el nombre.
Cómo hacer un pergamino
Es posible hacer un pergamino con la piel de cabras, ovejas y terneros. Asimismo, se utilizaron pieles de animales que habían sido abortadas para obtener un material aún más suave.
Las pieles se remojaron en una solución de agua y cal durante unos cien días para que el pelo y los trozos de carne se separaran. Después de ese período se secaron y rasparon.
Luego, la piel se lavó con agua dulce para eliminar las impurezas. Luego, se colocó en una especie de tendedero, que sería un cuadro con los predicadores, donde se tendió por todos lados. Esta acción tenía como objetivo hacer que la piel redondeada del animal fuera plana.
Durante esta etapa, la piel se alisó con un cuchillo especial, para dejar la superficie limpia y uniforme. Esta operación podía tardar alrededor de un mes y, al tacto, los fabricantes sabían cuál debía ser el punto ideal de preparación del pergamino.
Una vez finalizada esta operación, el pergamino se roció con tiza o piedra pómez, ya que estas sustancias ayudarían a que la pintura se adhiera a la superficie. Ahora, estaba listo para ser cortado.
Hoy en día, las fábricas de pergamino continúan utilizando un proceso similar al empleado hace siglos.
Formato de pergamino
En la Antigua Grecia, los pergaminos se enrollaban y el tamaño no variaba. Sin embargo, en la Edad Media, el pergamino se cortaba en forma rectangular según el tamaño del libro. Esto permitió a los autores escribir en ambos lados.
Por ejemplo: si el objetivo fuera hacer un libro de partituras, el tamaño de la página sería enorme, ya que el tamaño permitía que todos los religiosos pudieran leer la música.
Pero si el pergamino estaba destinado a ser un Libro de Oraciones, que era una pequeña publicación, la piel se doblaba y cortaba sucesivamente hasta alcanzar el tamaño deseado.