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Infección aguda, subaguda o crónica de la pelvis renal y del tejido intersticial de un riñón, mucho más raramente de ambos.
La pielonefritis más común es la pielonefritis aguda.
PIELONEFRITIS AGUDA
Esta infección aguda de la pelvis renal y el tejido intersticial del riñón afecta con mayor frecuencia a mujeres jóvenes. La colonización del tejido renal por bacterias ocurre con mayor frecuencia ascendiendo desde la vejiga, más raramente por hematógenos (sangre) durante la sepsis.
Causas
La pielonefritis aguda suele ser causada por bacterias gramnegativas (Escherichia coli, por ejemplo). Ocurre con mayor frecuencia en riñones sanos, también puede verse favorecido por determinadas enfermedades, como la urolitiasis, o por malformaciones congénitas del tracto urinario, como hidronefrosis (dilatación de la pelvis y cálices) o reflujo vesicoide ureteral. Cuando no se encuentra la causa, se denomina pielonefritis idiopática.
Signos y síntomas
Al principio, el paciente se queja de trastornos miccionales similares a los de la cistitis: ardor al orinar, polaquiuria (micción frecuente y urgente), orina turbia. Luego, la pielonefritis se manifiesta repentinamente: dolor lumbar unilateral de intensidad variable, la mayoría de las veces moderado, fiebre de 39 a 40 ° C, escalofríos, fatiga.
Diagnóstico
A la palpación, el riñón duele. La prueba de orina muestra la presencia de leucocitos en grandes cantidades y, a menudo, nitritos que atestiguan una infección por una bacteria Gram-negativa. El examen citobacteriológico de la orina (ECBU) permite aislar las bacterias responsables y adaptar el tratamiento antibiótico que se inició tras la prueba de orina. Se debe realizar una ecografía renal rápidamente para buscar una obstrucción en las vías excretoras renales que requiera tratamiento quirúrgico.
Tratamiento y prevención
El tratamiento se basa en la administración de antibióticos durante 10 a 15 días. En formas simples, después de 2 o 3 días, la temperatura se normaliza, el dolor desaparece y la orina ya no contiene gérmenes.
En el caso de una anomalía del tracto urinario, puede ser necesario un tratamiento quirúrgico de emergencia, por ejemplo, si se bloquea un cálculo en el uréter o para corregir una malformación. Las recurrencias son frecuentes. La prevención de la pielonefritis se basa en el tratamiento de las infecciones del tracto urinario inferior (cistitis) y en medidas sencillas como beber en abundancia y respetar una buena higiene perineal o vaginal.