LA placenta accreta, una condición también conocida como accretinismo placentario, se define como la implantación profunda de la placenta en la pared uterina, superando el límite normal de fijación.
Por lo general, la placenta se desprende facialmente de la pared uterina durante el parto. Sin embargo, las mujeres con acretinismo placentario tienen un alto riesgo de sangrado durante la extracción de la placenta, lo que en algunos casos puede conducir a una histerectomía.
Se estima que esta condición afecta a 1 de cada 2500 mujeres embarazadas. Por lo general, no se ve antes del nacimiento, ya que es difícil de diagnosticar durante este período.
Existen algunas variantes, que se clasifican según la profundidad de implantación placentaria. Son ellas:
- Placenta accreta: la placenta penetra más profundamente en la decidua (lecho interno del útero), afectando el miometrio solo de manera superficial. Representa aproximadamente el 75% de los casos.
- Placenta increta: la placenta penetra más profundamente en el útero, llegando a la capa muscular, el miometrio.
- Placenta percreta: la placenta penetra muy profundamente, sobrepasando el miometrio, llegando a la serosa.
La causa de esta condición aún se desconoce. Sin embargo, se sabe que puede estar relacionado con la placenta previa y la ocurrencia previa de cesáreas. Además, la edad materna avanzada y el uso de drogas ilícitas y tabaco pueden predisponer a la aparición de acretinismo placentario.
Los principales riesgos de la placenta accreta incluyen:
- Nacimiento prematuro;
- Sangrado durante el tercer trimestre gestacional;
- Hemorragia durante la extracción manual de la placenta;
- Daño al útero;
- Histerectomía.
El diagnóstico es difícil y depende del sitio de inserción en la placenta, la profundidad de penetración en el miometrio y el número de cotiledones involucrados. Puede lograrse mediante ecografía, resonancia magnética, ecografía Doppler color y energía Doppler.
No se puede hacer nada para prevenir la placenta accreta y, una vez descubierta, no hay mucho que hacer. Tras el diagnóstico de esta afección, el médico debe vigilar el embarazo, para programar una cesárea, con el fin de preservar el útero y, en el peor de los casos, será necesaria una histerectomía.
Fuentes:
http://en.wikipedia.org/wiki/Placenta_acreta
http://www.fetalmed.net/item/placenta-acreta.html
http://www.febrasgo.org.br/arquivos/femina/Femina2010/february/Femina_v38n3/Femina-v38n3_p147-53.pdf