Tabla de contenidos
- Plásmido F y F ‘: este tipo de plásmido es responsable de la fertilidad de las bacterias.
- Plásmido R (o RTF): este tipo de plásmido confiere resistencia bacteriana a los antimicrobianos.
- COL Plásmido (o colicinogénico): este tipo ya está muy relacionado con la fijación de nitrógeno en el suelo, es el responsable de esta fijación.
Y también hay plásmidos que degradan metales pesados y codifican algunas toxinas bacterianas.
Hoy, sin embargo, se conocen dos grandes grupos de plásmidos: conjuntivas y no conjuntivo. En el primer grupo, lo más destacado es un gen llamado tra-gene que se encarga de iniciar la conjugación (rito sexual en el que se intercambia material genético entre organismos). El segundo grupo no tiene este gen, pero se puede cambiar en el acto de reproducción sexual, su función aún no está bien definida.
Cuando los plásmidos se integran con el cromosoma bacteriano se denominan episomas.
Funciones e importancia del plásmido
Los plásmidos tienen funciones variadas según sus tipos.
Resistencia antibiótica
Los Plásmidos de Resistencia (R) son los que contienen los genes que hacen que las bacterias sean resistentes a los antibióticos. Estos genes producen enzimas que neutralizan la acción de un antibiótico en particular.
Fertilidad bacteriana
Los plásmidos de fertilidad (F) tienen la única función de iniciar la conjugación bacteriana.
La conjugación es el proceso de transferir ADN de una bacteria a otra, lo que implica el contacto entre las dos células.
En conjugación, los genes responsables de la resistencia a los antibióticos pueden transferirse de una bacteria a otra.
En el artículo sobre recombinación genética, aprenderá más sobre la conjugación bacteriana.
Aplicaciones en ingeniería genética
En ingeniería genética, los plásmidos se utilizan como vectores de clonación, portadores de genes o fragmentos de un ADN para clonar en la célula huésped.
Los plásmidos se pueden modificar para que lleven nuevos genes. El plásmido bacteriano tiene la capacidad de insertar un fragmento de ADN externo a su propio genoma. Esta técnica consiste en la formación de ADN recombinante.
A partir del ADN recombinante, los plásmidos se utilizan para multiplicar o expresar genes de interés. Otro uso importante es producción de grandes cantidades de proteínas. En este caso, se cultivan las bacterias que contienen plásmidos, donde se insertan los genes que codifican la proteína a producir.
Los plásmidos también son vectores de clonación. Para ello, se modifican para incorporar genes con las características deseadas.