(Italiano piaggio, ladera, campo; griego plagio, oblicuo)
Extensión de arena o guijarros junto al mar, a la orilla de un curso de agua, un lago.
Las playas son acumulaciones por el mar de arena o cantos rodados (hablamos entonces de golpes), producidos por efecto del oleaje y las corrientes. Una playa incluye una parte inferior constantemente sumergida, llamada «playa», en la que rompe el oleaje. Más arriba, en la parte de la playa expuesta durante la marea baja, se encuentra el fondo de la playa, salpicado de ondulaciones, el marcas onduladas. La parte emergida de la playa, por encima de la línea de costa, se denomina «cordón costero». Algunas playas están formadas por material chapado al pie de los acantilados; Si la playa no se apoya en un roquedal o en una duna, está bordeada en su interior por una suave pendiente, a la inversa, que desciende hacia una marisma o una laguna. Cuando la franja costera, unida al continente por uno solo de sus extremos, se adentra en el mar paralela a la orilla, hablamos de “escudo costero”.
Ciertas flechas perpendiculares a la orilla unen a menudo una isla a tierra firme: estos tómbolos están separados, cuando son el doble o incluso el triple, por una o más pequeñas marismas.
Muchas playas, especialmente cuando no están situadas frente a un acantilado, están coronadas por dunas, cuya altura puede alcanzar más de 100 m (la duna de Pilat, cerca de Arcachon, alcanza los 103 m). Las grandes dunas pueden incluir varios macizos paralelos. Inmediatamente detrás del límite de las mareas más altas, una cresta de unos decímetros de altura constituye la duna delantera, separada de la primera línea dunar, o borde dunar, por una pequeña depresión alargada. Detrás hay dunas más complejas, más altas y en forma de media luna.
Las playas costeras y submarinas se modelan en el prisma litoral constituido en el Holoceno. Según las variaciones estacionales o periódicas en el aporte de materiales por el chorro de tierra o su ablación por el retroceso de la lámina, una playa sufre un build-up (régimen de ascenso de arena hacia la parte superior de la playa, «beach flood») o adelgazamiento (régimen de descenso de la arena hacia el fondo de la playa y la playa, “descenso de la playa”). El paisaje varía según las zonas climáticas: fuerte pendiente, pocas o ninguna duna en el dominio intertropical; relieve diferenciado, abundancia de formas menores (medias lunas y camellones) y frecuencia de dunas en la zona templada; topografía caótica (acción del hielo marino o estuarino) en la zona fría. El estudio de los perfiles de playa y su trazado es objeto de numerosos trabajos prácticos y teóricos (perfil de equilibrio, ordenación del litoral) necesarios para desarrollar y defender los segmentos más amenazados.
Las playas submarinas, delimitadas mar adentro por un terraplén más o menos marcado, también están sujetas a cambios de equipamiento, nivel, forma, pendiente en función de la dirección y amplitud del oleaje. Las formas principales son plataformas y canales detríticos y biodetríticos más o menos móviles mantenidos por corrientes de retorno.
Las playas elevadas son playas antiguas que marcan la posición de una antigua línea de costa.