Plomo: elemento químico, características y aplicaciones

El plomo es un elemento químico de número atómico 82, masa atómica 207,2 y perteneciente al grupo 14 de la tabla periódica.

Se caracteriza por ser un metal pesado, tóxico y maleable.

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A temperatura ambiente se encuentra en estado sólido, con un color blanco azulado y que en contacto con el aire se torna grisáceo. También es un mal conductor de la electricidad y bastante resistente a la corrosión.

El plomo en su forma elemental rara vez se encuentra en la naturaleza. Así, es más común encontrarlo en minerales como galena, anglesita y cerusita.

Plomo
Características químicas del plomo

aplicaciones

El plomo tiene varios tipos de uso y se encuentra en numerosos productos. Es un metal utilizado desde la antigüedad por el hombre.

Podemos enumerar la presencia y utilidad del plomo en diversos sectores y productos:

  • Diversos equipos y utensilios en la industria y en la construcción civil;
  • Munición;
  • Cosméticos y pigmentos, especialmente barras de labios y tintes para el cabello. Debido a su toxicidad, algunos países ya han prohibido su presencia en cosméticos;
  • Aleaciones de metales;

  • Aditivo para combustible. En 1992, Brasil prohibió el uso de plomo en la gasolina porque, cuando se libera al aire, causa contaminación ambiental.
  • Mantas de protección contra la radiación;
  • Producción de soldaduras.

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Intoxicación

El plomo es un elemento nocivo para la salud humana y el contacto con el metal se produce por vía oral, inhalado o a través de la piel.

Los niños y las mujeres embarazadas son más susceptibles al envenenamiento por plomo.

Algunos casos de intoxicación pueden ocurrir a través de utensilios domésticos revestidos con esmaltes cerámicos a base de cobre. Cuando entra en contacto con sustancias ácidas, el plomo puede filtrarse y pasar a los alimentos.

Es importante tener en cuenta que el plomo no se descompone con el tiempo y no se degrada por efecto del calor. Además, tiene la capacidad de acumularse en el organismo, especialmente en los riñones, el hígado, el cerebro y los huesos.

El plomo puede provocar vómitos, dolor abdominal, convulsiones, encefalopatía, debilidad muscular y daños en los riñones, el hígado y el cerebro.

El nivel de plomo en el cuerpo se puede verificar con un análisis de sangre y, en algunos casos, con radiografías. La persona intoxicada debe recibir asistencia médica.

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