Proyecto Dantas – Historia de Brasil

Brasil después de 1870 ya era una monarquía en crisis. La Guerra del Paraguay, el ascenso del Partido Republicano y el desafío al sistema esclavista cuestionaron el gobierno de D. Pedro II. El emperador entendió que necesitaba satisfacer las demandas populares para mantener su poder. La monarquía estaba a punto de caer. Y fue precisamente en este contexto que el movimiento abolicionista cobró más fuerza, presentando diferentes formas de resistencia: desde los quilombos urbanos hasta los periódicos, los días del trabajo esclavo estaban contados. Desde principios del siglo XIX, hubo una considerable presión de Inglaterra para acabar con el comercio atlántico y la explotación del trabajo esclavo. Brasil tardó mucho en terminar con la esclavitud, lo que solo sucedió cuando la Princesa Isabel firmó la Lei Áurea el 13 de mayo de 1888, después de mucha lucha y movilización popular.

Pero, antes de la Lei Áurea, se crearon muchas otras con vistas a tratar el tema de la esclavitud. La Ley Eusébio de Queirós, de 1850, acabó con la trata atlántica de esclavos; la Ley de útero libre de 1871 hizo libres a todos los nacidos a partir de entonces; la Ley Sexagenaria dejó a los hombres y mujeres mayores de sesenta años libres del trabajo esclavo en 1885. Es en este contexto que la Proyecto Dantasque fue una propuesta de ley con ideas abolicionistas que fue desarrollada y presentada por el senador liberal Manuel Pinto de Souza Dantas en 1884, justo un año antes de la Ley Sexagenaria.

¿Eres estudiante, profesor o academia?

DATE DE ALTA EN NUESTRA RED SOCIAL!, Grupos de estudio, apuntes, escribe en tu propio blog, añadir tu academia o dar clases particulares y Aprende!!!.

Abrir un perfil

El Proyecto Dantas se desarrolló a pedido del Emperador, buscando contener los estados de ánimo agitados de la época y satisfacer las demandas populares. Sin embargo, el proyecto de Dantas resultó ser más innovador y, además de la abolición de la esclavitud, también preveía la distribución de la tierra, entendiendo que los antiguos esclavos necesitarían partes de la tierra para su subsistencia y para iniciar una vida libre. También fijó como fecha límite para la abolición, el 31 de diciembre de 1889, y seguía sin tocar el tema más controvertido, y que más conmovía -y sublevaba- a los dueños de esclavos y tierras: la indemnización. El proyecto Dantas no preveía indemnizaciones para los esclavistas que perdían sus propiedades, y esto generaba insatisfacción.

Para que el proyecto se llevara a cabo con organización, era necesario conocer la realidad en número de trabajadores en el sistema de esclavitud en el país. El senador Dantas estaba considerando las leyes que antecedieron a su proyecto: creía que muchas ya estaban liberadas tras la aprobación de la Ley de Matriz Libre. No se equivocó: cuando la princesa Isabel firmó la Lei Áurea, gran parte de la población ya estaba libre (aunque eso no significa que estuviera menos marginada). Además, el senador consideró fundamental registrar e identificar a la población que había sido esclavizada: el control de datos significaba poder. Otra idea suya fue determinar la fijación del esclavo en un domicilio, dificultando así la venta y el tránsito, manteniendo el control de la información sobre los mismos.

El proyecto Dantas era muy democrático y se preocupaba por el tema social. Si solemos relacionar la abolición con el republicanismo, creyendo que son caras de una misma moneda, es necesario aguzar la mirada para comprender que incluso dentro del poder monárquico -como en el caso del senador Dantas, aquí citado- había más populares y más propuestas democráticas, que volcaban a la cuestión social ya la adaptación de la población a las nuevas normas y relaciones de trabajo.

Así, como un paso más en la propuesta popular, Dantas preveía, además de la distribución de tierras -una forma de reforma agraria-, todo un conjunto de asistencia social y de organización del trabajo agrícola. Ciertamente, el proyecto enfrentó una feroz oposición, especialmente por parte de los terratenientes que dependían no solo del trabajo de los súbditos esclavizados, sino también de una posible compensación si se producía la abolición. El proyecto Dantas sufrió varias modificaciones y fue aprobado al año siguiente, conocido como Ley Sexagenaria, que liberó a los ancianos, pero no impulsó las reformas populares previstas por el senador.

Referencias:

FAUSTO, Boris. Historia de Brasil. São Paulo: Editorial de la Universidad de São Paulo, 2007.

SCHWARCZ, Lilia; STARLING, Eloísa. Brasil: una biografía. São Paulo: Companhia das Letras, 2015.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *