Período de transición entre la niñez y la adolescencia, caracterizado por el desarrollo de características sexuales y por una aceleración del crecimiento en altura, y que conduce a la adquisición de funciones reproductivas.
El período de la vida correspondiente a la pubertad es para el joven y la joven tan importante a nivel físico como psicológico. Las diversas transformaciones anatómicas y fisiológicas dan lugar a las primeras preguntas y comportamientos que marcarán la adolescencia: independencia de los padres, posicionamiento como futura mujer u hombre, primeras relaciones románticas, alivio del deseo sexual a través de la masturbación, afirmación de la personalidad, etc.
El hecho de tratar por separado las transformaciones físicas, propias de la pubertad, no debe olvidar los demás rasgos propios de esta etapa transicional (ver adolescencia).
1. Las sucesivas etapas de la pubertad
Las diferentes etapas del desarrollo puberal se han descrito en una denominada clasificación de Tanner, que va desde la etapa prepuberal hasta la etapa adulta. Algunos ejemplos de estas diferentes etapas se dan en forma de tabla (ver el final del artículo).
1.1. La producción de hormonas sexuales en la pubertad.
El fenómeno que inicia la pubertad, poco conocido, consiste en la activación de determinadas estructuras cerebrales (hipotálamo, antehipófisis). Estos a su vez estimulan las glándulas sexuales (ovarios y testículos), cuyas secreciones hormonales, que son diferentes en niños y niñas, modificarán varios tejidos corporales.
• El papel de las glándulas suprarrenales. La secreción de las glándulas suprarrenales ocurre antes (adrenarquia) que de los ovarios y testículos. Estas glándulas juegan un papel en el desarrollo del cabello sexual. También aumentan la secreción de una hormona llamada dehidroepiandrosterona (DHEA), que induce vello púbico, posible acné, seborrea y que modifica el olor corporal.
• Activación de los ovarios y testículos. Una vez activado, el hipotálamo estimula las células gonadotróficas de la pituitaria anterior a través de una hormona, la hormona liberadora de gonadotropinas (o LH-RH). Esta estimulación hipofisaria aumenta la secreción de gonadotropinas (hormona estimulante del folículo o FSH; hormona luteinizante o LH), que inducen actividad en los ovarios en las niñas y los testículos en los niños. Luego, los ovarios y los testículos comienzan a secretar hormonas sexuales (estrógeno, luego progesterona, en las niñas; testosterona en los niños), cuyo nivel aumentará gradualmente.
1.2. El desarrollo de la niña en la pubertad.
• Senos y vellosidad. El primer signo de la pubertad es el desarrollo de las mamas, desde los 10 años y medio hasta los 11 años en promedio (valores fisiológicos extremos: 8-13 años). La mama alcanzará la etapa adulta alrededor de los 15 años. En un tercio de los casos, el vello púbico precede o acompaña a la aparición de las yemas mamarias, pero la mayoría de las veces se manifiesta unos meses después. Se necesitan dos años para adquirir su aspecto definitivo (en forma de triángulo con una base superior horizontal). Más discreto, el vello axilar (axilas) aparece en promedio de 12 a 18 meses después, y también evoluciona en dos años.
• Los genitales externos. La vulva cambia gradualmente en su apariencia y orientación: se gira hacia adelante en el niño prepúber y luego hacia abajo al final de la pubertad. Los labios menores se agrandan, los labios mayores se vuelven más pronunciados y el clítoris aumenta discretamente de tamaño. Finalmente, la vulva se humedece y secreta, produciendo leucorrea (secreción blanca) más o menos abundante (ver genitales femeninos).
• Las primeras reglas. Aparecen en promedio alrededor de los 13 años, aproximadamente dos años después de los brotes mamarios. La primera menstruación tiene lugar después del pico de crecimiento puberal, durante la desaceleración de la tasa de crecimiento. Su fecha de aparición se considera fisiológicamente normal entre los 10 y los 15 años. Los primeros sangrados no siempre son regulares, volviéndose cíclicos después de los 18-24 meses, cuando ocurren las primeras ovulaciones. La menometrorragia (sangrado abundante a intervalos irregulares) puede requerir el uso de hormonas combinadas. Asimismo, los dolores abdominales y pélvicos que en ocasiones acompañan a las reglas de las niñas muy pequeñas no son inevitables y justifican ser aliviados con tratamiento.
1.3. El desarrollo del niño en la pubertad.
En los niños, la pubertad comienza con un aumento del tamaño de los testículos, alrededor de los 11 años y medio (valores fisiológicos extremos: 9,5-14 años): 4 ml, por 2,5 cm de largo, cada uno alcanzará de 10 a 16 ml. El vello púbico aparece en promedio seis meses después, alrededor de los 12 años, lo que marca el aparente inicio de la pubertad. Sin embargo, no se llena realmente (etapa 4 de Tanner) hasta dos años después.
Debido al desequilibrio hormonal, se produce un ligero aumento en el tamaño de los senos (ginecomastia) en el 30 al 65% de los niños en la pubertad media. En casi todos los casos, regresará en unos pocos meses.
• Virilización progresiva. El aumento del pene más allá de los 5 a 6 cm comienza unos meses después de la aparición del primer vello púbico, alrededor de los 12 años y medio, al inicio del pico de crecimiento. La aparición de vello bajo las axilas, en la cara, tórax y abdomen y, en general, todos los rasgos característicos del cabello masculino, son tardíos, inconsistentes y variables. Lo mismo ocurre con la muda de la voz, debido al agrandamiento de la laringe y al alargamiento y engrosamiento de las cuerdas vocales.
• La producción de esperma. Es esencialmente la secreción de testosterona por los testículos lo que permite que el niño se virilice (alargamiento del pene, vellosidad); esto explica el retraso de unos meses entre el aumento de volumen testicular y el crecimiento del vello púbico. Asimismo, al aumentar, el nivel de testosterona, la principal hormona androgénica, estimulará la producción de esperma y conducirá a la maduración de las vesículas seminales y la próstata (ver genitales masculinos).
2. Anormalidades de la pubertad
Las anomalías de la pubertad se refieren a la fecha de aparición de los diversos signos de la pubertad, que pueden ser precoces o tardíos. A pesar de la levedad de muchos casos, siempre es recomendable consultar, idealmente un endocrinólogo pediatra. El balance necesario varía mucho según la situación. Puede incluir análisis de hormonas, evaluación de la edad ósea, anomalías genéticas y, a menudo, imágenes de la glándula pituitaria y ecografía pélvica en la niña.
2.1. Pubertad precoz
La pubertad precoz se define por la aparición de signos de pubertad antes de los 8 años en las niñas y antes de los 10 años en los niños. Hay tres grupos principales.
• Verdadera pubertad precoz. Son comparables a la pubertad normal, pero ocurren antes. Mucho más frecuentes en niñas, se deben al desencadenamiento prematuro del eje hipotalámico-hipofisario (ligado a una lesión o de origen inexplicable).
• Pseudopubertad. Se deben a una secreción de hormonas sexuales independientes del eje hipotalámico-hipofisario. Se dice que la pubertad es «isosexual» (en el sentido del sexo del niño) o «heterosexual» (en el sentido del sexo opuesto), según el tipo de esteroides secretados (andrógenos, estrógenos, progesterona). Estas situaciones pueden explicarse por daños en las glándulas suprarrenales, que pueden virilizar a una niña, por tumores raros de ovario o testículo, o por el síndrome de Mac Cune-Albright.
• Pubertad disociada. Este término se usa si solo hay una manifestación puberal. Esto podría ser, por ejemplo, un desarrollo mamario prematuro. Por lo general, si no hay otro signo de pubertad, no está relacionado con ninguna enfermedad y no requiere tratamiento. Por otro lado, cuando se asocia a un aumento acelerado de tamaño, en ocasiones se explica por una patología de origen hipofisario u ovárico. En cuanto al crecimiento prematuro del vello púbico, suele ser un trastorno benigno, a veces acompañado de acné o crecimiento prematuro de vello en las axilas. En el 80% de los casos, se manifiesta en una niña.
2.2. Retraso de la pubertad
El retraso de la pubertad se define por la ausencia de signos de pubertad más allá de los 13 años en las niñas, 14 años en los niños, edades en las que el 95% de los niños han iniciado su desarrollo puberal.
• Un impacto psicológico. Esta situación suele causar malestar en el adolescente, que puede sufrir por su baja estatura y apariencia infantil. En todos los casos, se requiere una consulta en un entorno especializado. Eliminará una posible causa endocrina y tranquilizará. Si es necesario, se puede considerar un tratamiento hormonal (hormona del crecimiento, testosterona).
• Posibles Causas. En las niñas, la pubertad tardía a menudo está relacionada con una anomalía en el desarrollo de los ovarios en el contexto del síndrome de Turner. En los niños, generalmente es «simple», es decir, la pubertad ocurre normalmente, pero tarde. Cabe señalar que cualquier enfermedad crónica, física o psicológica, puede afectar el crecimiento y desarrollo puberal, que en ocasiones se detiene y se reanuda con normalidad o se acelera cuando mejora el estado de salud.
• La ausencia de pubertad, cuando persiste, puede deberse a una disfunción del hipotálamo y la glándula pituitaria (secreción insuficiente de gonadotropinas de origen congénito, o adquiridas después de un tumor o irradiación), o se » explica por un problema relacionado con los ovarios o los testículos. , por anomalía de los cromosomas sexuales (más a menudo, síndrome de Turner en niñas y síndrome de Klinefelter en niños).
3. Clasificación del desarrollo puberal según Tanner
3.1. Vello púbico (PP) en niños y niñas
• PP1: ausencia de cabello
• PP2: algo de vello púbico
• PP3: vello púbico por encima de la sínfisis púbica
• PP4: vello púbico grueso
• PP5: vello que crece en la raíz del muslo y hacia el ombligo en los niños
3.2. El desarrollo de los senos de la niña.
• S1: ausencia de yema mamaria
• S2: pequeño capullo de mama
• S3: protuberancia prominente
• S4: máximo desarrollo de los senos con protuberancia de la areola y el pezón
• S5: apariencia adulta, desaparición de la protuberancia de la areola
3.3. El desarrollo de los genitales externos del niño (G)
• G1: testículos y pene infantiles
• G2: volumen testicular de 4 a 6 ml
• G3: volumen testicular de 6 a 12 ml, alargamiento del pene
• G4: volumen testicular de 12 a 16 ml, alargamiento del pene
• G5: morfología adulta