¿Qué es el consumismo?

¿Qué es el consumismo?

El Consumismo es el acto que se relaciona con el consumo excesivo, es decir, la compra de productos o servicios de forma exagerada. El consumismo es característico de las sociedades capitalistas modernas y la expansión de la globalización.

Se inserta en la llamada: “Sociedad de Consumo”, donde se produce un consumo masivo y desenfrenado de bienes y servicios, con el objetivo, sobre todo, del beneficio de las empresas y el desarrollo económico.

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Esta postura consumista surgió a partir de la Revolución Industrial del siglo XVIII, por lo que los procesos industriales permitieron incrementar la producción y, en consecuencia, el consumo de productos.

¿Qué es el consumismo?
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Consumo y consumismo

Los términos «consumo» y «consumismo» son diferentes. El primero está asociado al acto de consumir, necesario para todos los seres humanos. El segundo, en cambio, se asocia a la patología, en la medida en que se refiere a un consumo excesivo y alienado, es decir, denota un trastorno mental.

De tal manera, todas las personas insertas en el mundo actual son consumidores, sin embargo, los consumidores llevan este acto al extremo, comprando deliberadamente varias cosas que generalmente no necesitan.

Alienación y consumo

El consumismo alienado de los productos industrializados creció considerablemente después de la Revolución Industrial, cambiando definitivamente la relación entre el ser humano y sus necesidades materiales.

Las personas, influenciadas por los medios de comunicación y los medios de comunicación masiva, son bombardeadas con información dirigida principalmente al consumo. Esta forma de actuar, sin cuestionamientos y desprovista de pensamiento crítico, se denomina «Alienación social».

El marketing de las empresas y los mensajes publicitarios que se transmiten en los medios, ha generado una población consumista y alienada. Es decir, imposibilita que los individuos tengan sus propios pensamientos y acciones, que están directamente influenciados por los modelos y estándares de vida que reproducen los medios de comunicación (televisión, periódicos, revistas, internet, etc.).

Esto trajo varios problemas para las sociedades modernas, por ejemplo, el desarrollo de enfermedades relacionadas con el consumo, el sentimiento de impotencia de los consumidores, en fin, la insatisfacción del hombre que aún no se abastece del consumo.

De esta forma, el ser humano busca la felicidad en «tener cosas» en lugar de «ser». Esto nos lleva a pensar en los estereotipos desarrollados por las sociedades modernas. Identifica varios patrones y preconceptos sobre una imagen. Por ejemplo, cuando vemos a una persona mal vestida, lo asociamos con su falta de dinero y bienes, que puede ser al revés.

Consumismo infantil

Uno de los temas recurrentes asociados a la sociedad de consumo está relacionado con la infancia.

Del mismo modo, se induce a los niños a consumir determinados productos, bienes y servicios, a través de anuncios en los medios.

Ya están creciendo deseando los productos más nuevos y fomentando la cadena capitalista moderna.

Consumismo compulsivo

El consumismo compulsivo es una forma de consumismo incontrolado e irracional, desprovisto de sentido crítico y conciencia social, política y medioambiental.

En este sentido, las personas se ven obligadas a consumir y comprar productos o servicios que no necesitan (bienes superfluos), lo que se traduce en una acumulación excesiva de bienes y productos.

Actualmente, la acumulación de productos o incluso basura ha sido evaluada por varios psicólogos y especialistas, lo que ha dado lugar a un nuevo nombre para el trastorno moderno: acumulación compulsiva.

¿Es el consumismo una enfermedad?

Síndrome de Diógenes es el nombre patológico que se le atribuye a las personas que tienen tendencia a la acumulación compulsiva de cosas, objetos, desechos, etc.

Suelen ser cosas innecesarias (superfluas) que se acumulan con el tiempo y crean algún tipo de relación sentimental. Estos individuos tienen grandes dificultades para dejar ir las cosas.

Se convierte, por tanto, en un gran círculo vicioso (entre el consumidor y los bienes de consumo) en el que los objetos abastecen diversas necesidades momentáneas (emocionales, sociales, económicas, etc.) de los seres que padecen estos trastornos.

Dado que es un problema generado por la sociedad moderna, ya hay muchos expertos en el tema. Evalúan el grado de alteración en cada individuo, que irá acompañado de un tipo de tratamiento psicológico o psiquiátrico (terapia).

Estas personas suelen tener dificultades en la interacción social, caracterizadas por el aislamiento social y, en consecuencia, el desarrollo de trastornos emocionales.

Otra patología asociada al consumo se denomina “oneomanía”, es decir, un trastorno psicológico obsesivo-compulsivo que se desarrolla, en gran parte, en el sexo femenino.

Los individuos que padecen esta enfermedad, se convierten en compradores compulsivos así como en grandes endeudamientos. Estas personas se encuentran generalmente ansiosas y sienten un gran alivio y satisfacción tras el acto de consumo, que, sin embargo, regresa en poco tiempo, generando un enorme círculo vicioso.

Tenga en cuenta que este trastorno es como una adicción y puede generar el síndrome de Diógenes.

Consumismo y medio ambiente

Las relaciones con los consumidores en las sociedades modernas han llamado la atención sobre los problemas ambientales que se vienen generando en el planeta.

El consumo excesivo conduce a la acumulación de objetos y al exceso de residuos. Esto se debe a que los procesos de consumismo incitan cada vez más a los consumidores a volver a consumir.

La «Obsolescencia programada», el nombre que se atribuye a la «vida» de los objetos de consumo, ha sido planificada por especialistas con el objetivo de limitar el tiempo de uso de los objetos de consumo, lo que lleva a las personas a cambiar sus objetos «antiguos» por uno más actualizado. . La obsolescencia programada ha generado una gran producción de basura en todo el planeta.

Por otro lado, el consumo consciente es desarrollado por individuos que son capaces de ver y distinguir el problema de la necesidad y el consumismo. De esta manera, los consumidores conscientes compran solo lo que necesitan para vivir.

Además, no sufren trastornos de acumulación y cuando se deshacen de los objetos que ya no necesitan, recurren a la recogida selectiva, lo que provoca un menor impacto ambiental.

Consejos de video

Para comprender mejor los procesos del consumidor en el mundo actual, a continuación se muestran tres sugerencias en video que abordan el tema:

  • La historia de las cosas (Historia de Cosas, 2007): documental de 20 minutos presentado por la ambientalista Annie Leonard en el que muestra el proceso de producción de los productos que se consumirán y el impacto ambiental que generan en el mundo.
  • Niño, el alma de los negocios (2008): documental de 50 minutos dirigido por la cineasta Estela Renner, que presenta las diferentes facetas del consumismo infantil a través de la influencia de los medios de comunicación.
  • Compra, toma, compra (2010): documental de 50 minutos dirigido por Cosima Dannoritzer, que presenta la obsolescencia programada de los productos que consumimos.

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