Quiste dental

O quiste se define como un tramo mórbido cubierto por una capa de tejido que recubre su superficie. En él se encierra una sustancia líquida o parcialmente sólida, procedente del propio epitelio o formada por restos epiteliales en proceso de formación. Por tratarse de una enfermedad de larga duración, su desarrollo es gradual, sin síntomas. Normalmente, la mucosa se conserva sin ninguna lesión y el quiste se nota en la mayoría de los procedimientos radiológicos.

Los quistes odontogénicos, es decir, la génesis de los dientes, conectados de alguna manera con el epitelio, pueden originarse: a partir de las trazas de la corona dental; las células sobrantes del crecimiento de radículas dentales ubicadas dentro del ligamento de los tejidos cercanos a los dientes; los restos epiteliales de la lámina dental: el primer signo de la aparición de un diente, que a veces se descompone en pequeñas porciones del epitelio y, por lo tanto, es absorbido nuevamente por el cuerpo; si esto no sucede, entonces se desarrollan quistes en esta región dental; del núcleo del diente, que incluye el esmalte, la papila y el receptáculo dentario.

Dependiendo de dónde se desarrollen los quistes, particularmente los periodontales, que constituyen la mayoría de las ocurrencias quísticas ligadas a la apariencia de los dientes, se pueden clasificar en apicales o radiculares, ubicados en el campo periapical; lateral, cuando crecen junto a la raíz dentaria; quistes interradiculares y residuales que no fueron arrancados total o parcialmente después de la extracción de los dientes en los que se encontraron.

El quiste que se presenta con mayor frecuencia es el apical, aunque aún se desconoce su origen exacto. Aparece tras el fenómeno de necrosis de la pulpa dentaria, a través de la excitación de las trazas de células epiteliales ubicadas en la región conocida como peri-ápice.

El primer signo de aparición de este quiste es la reproducción del epitelio que se encuentra en el interior del granuloma apical, una de las lesiones apicales más frecuentes, acompañada de inflamación crónica. Esta aparición quística no se acompaña de síntomas, sin embargo el diente afectado no reacciona a las valoraciones de la existencia de energía vital en su pulpa.

Este quiste es el resultado de un proceso inflamatorio que afecta la región pulpar contaminada. Su imagen radiográfica presenta un aspecto homogéneo, de forma ovalada o circular, asociado al ápice ileso de la radícula dentaria, que revela la rotura de la lámina dentaria exactamente en este punto, limitada por una banda de endurecimiento mórbido de los tejidos óseos.

Sin la ayuda del microscopio es posible observar una sustancia llena de pequeñas cavidades, que presenta tonos rosados ​​y rojizos, con un contenido quístico amarillento, probablemente no claro cuando está infectado.

El tratamiento de este tipo de quiste se puede realizar con extracción dentaria o con endodoncia en el diente. En el primer caso, también se extraerá la estructura quística. Si en ambos contextos no se produce la eliminación del quiste, será necesario recurrir a un procedimiento quirúrgico, para la extirpación completa del quiste apical.

Fuentes
http://www.forp.usp.br/restauradora/peri.htm
https://web.archive.org/web/20101102203030/http://www.cesarmello.com.br:80/cirurgia3.htm
http://en.wikipedia.org/wiki/L%C3%A2mina_dent%C3%A1ria

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