Quiste ovárico: causas, síntomas, tipos y tratamientos

Uno quiste de ovario, También conocido como Quistes en los ovarios, son pequeñas cantidades de líquido que se encuentran en el ovario, que están rodeadas por una pared delgada. Cualquier folículo ovárico con un diámetro superior a dos centímetros se clasifica como quiste ovárico.

Se encuentran comúnmente en mujeres en edad fértil, siendo las más probables aquellas entre las edades de 20 y 35 años, aquellas con endometriosis o con enfermedad inflamatoria pélvica. El uso de hormonas no es responsable de la formación de quistes.

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Hay dos tipos de quistes ováricos y sus subdivisiones, que son los quistes funcionales (forman parte del proceso normal de menstruación) y los quistes dermoides.

Quistes funcionales

  • quiste folicular: es el más común. Puede originarse en ausencia de ovulación, y también cuando un folículo no rompe o libera su óvulo, lo que resulta en su crecimiento (el quiste). Su formación suele producirse durante la ovulación y puede alcanzar un diámetro de 5,8 centímetros. Tiene una pared delgada llena de líquido transparente. Su ruptura puede causar un dolor severo en el lado del ovario donde apareció. Este dolor aparece durante el ciclo menstrual, durante la ovulación. Generalmente, este tipo de quiste no genera síntomas, desapareciendo por sí solo en meses.
  • quiste del cuerpo lúteo: Este tipo de quiste es funcional y puede romperse durante la menstruación, tardando hasta tres meses en desaparecer por completo. Una vez que el óvulo se libera del folículo, el folículo se convierte en una glándula secretora temporal conocida como cuerpo lúteo. El folículo roto comienza a producir grandes cantidades de estrógeno y progesterona en preparación para la concepción. Si no se produce el embarazo, el cuerpo lúteo desaparecerá. Sin embargo, puede llenarse de líquido o sangre y expandirse hasta convertirse en un quiste y permanecer en el ovario. Por lo general, este tipo de quiste no causa síntomas. Sin embargo, puede crecer hasta 10 centímetros de diámetro y sangrar o torcer el ovario, provocándolo por vía pélvica o abdominal. Si está lleno de sangre, puede romperse y causar hemorragia interna y dolor repentino. El quiste del cuerpo lúteo no presenta riesgo de embarazo. En las mujeres que usan la píldora anticonceptiva, este tipo de quiste generalmente no se forma.
  • quiste hemorrágico: puede ocurrir cuando un vaso sanguíneo muy pequeño ubicado en la pared del quiste se rompe y la sangre queda atrapada en el quiste. Puede haber dolor abdominal en el lado en el que se encuentra. Esto puede romperse, liberando sangre hacia la cavidad abdominal y causando mucho dolor. Normalmente, la cirugía no es necesaria, incluso cuando el quiste se rompe.
  • quiste endometrioide: se forma cuando una pequeña porción de tejido endometrial sangra, se desprende y crece en el ovario. Cuando este quiste se rompe, el material llega a la pelvis, la superficie uterina, la vejiga y el intestino. El tratamiento para este tipo de cito puede ser quirúrgico o médico.
  • quistes patológicos: otros quistes son patológicos, como los que se encuentran en el síndrome de ovario poliquístico o los asociados a tumores. Este síndrome está relacionado con infertilidad, sangrado anormal, mayor incidencia de pérdida fetal y complicaciones durante el embarazo.

La mayoría de las veces, los quistes ováricos no causan dolor ni síntomas a menos que el quiste se rompa o se retuerza. Los síntomas que se pueden notar son:

  • Dolor o malestar en la parte baja del abdomen, pelvis, vagina, espalda baja o muslos. El dolor puede ser constante o intermitente;
  • Sensibilidad en los senos;
  • Abdomen hinchado;
  • Dolor durante o poco después de la menstruación;
  • Irregularidad de los ciclos menstruales;
  • Sangrado uterino anormal;
  • Cambio en la frecuencia y facilidad en el acto de orinar;
  • Aumento de peso;
  • Náuseas y vómitos;
  • Fatiga;
  • Esterilidad;
  • Mayor nivel de crecimiento del cabello.

El diagnóstico se puede realizar mediante un examen pélvico de rutina o una ecografía. Pueden ser necesarias algunas pruebas de laboratorio, dependiendo de las manifestaciones clínicas que presente el paciente. Es importante realizar un diagnóstico diferencial, buscando enfermedades que, aunque menos frecuentes, pueden dar lugar a los mismos síntomas.

El tratamiento puede dirigirse hacia quistes que por sus características desaparecerán de forma espontánea, o quirúrgicamente, habitualmente por laparoscopia y dependerá del tamaño, características, tipo de quiste y edad del paciente.

Fuentes:
http://www.copacabanarunners.net/cisto-ovario.html
http://www.saudevidaonline.com.br/artigo40.htm
http://pt.wikipedia.org/wiki/Cisto_ovarian
http://www.abcdasaude.com.br/artigo.php?82
http://www.portaldeginecologia.com.br/modules.php?name=News&file=article&sid=64
http://lildbi.bireme.br/lildbi/docsonline/lilacs/20100500/1023.pdf

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