Radiactividad – Química –

LA radioactividad Es un término químico que genera mucha desconfianza y miedo en muchas personas, esto se debe a lo que provocó en determinadas situaciones como los diversos accidentes nucleares, siendo el más conocido el de Chernobyl. Sin embargo, esto no es un mal fenómeno, también debido a que sus diversas aplicaciones en nuestra vida diaria han permitido, entre otras cosas, el avance de tratamientos como la radioterapia.

Ilustración: Sergey Nivens / Shutterstock.com

Ilustración: Sergey Nivens / Shutterstock.com

Un elemento químico radiactivo es aquel que es capaz de emitir radiación lo suficientemente fuerte como para producir, por ejemplo, fluorescencia. El fenómeno de emisión ocurre cuando el átomo se encuentra con un exceso de partículas y / o cargas, por lo que necesita liberar energía en forma de radiación para estabilizarse. La radiactividad puede ser espontánea o inducida, el primero es un proceso natural que ocurre en elementos y sus isótopos que se encuentran naturalmente, mientras que el segundo caso es un proceso artificial provocado por transformaciones nucleares, generalmente en reactores.

Las partículas emitidas por un elemento radiactivo pueden ser de tres tipos: Alfa (α), Beta (β) y gama (γ).

  • Partícula alfa: son partículas positivas formadas por dos protones y dos neutrones; no tiene un alto poder de penetración. Esta partícula también se puede llamar núcleo de helio (He) porque tiene la misma cantidad de protones y neutrones que este gas noble.
  • partícula beta: son partículas negativas formadas por un electrón. Cuando hay un exceso de carga negativa se libera una partícula beta negativa y cuando hay un exceso de carga positiva se libera un positrón o una partícula beta positiva. Su poder de penetración es mayor que alfa y menor que gamma.
  • partícula gamma: se emite cuando incluso después de la emisión de alfa y beta aún quedan cargas por estabilizar en el núcleo atómico, siendo este exceso liberado en forma de ondas electromagnéticas. Este tipo de partículas pueden llegar a nuestras células siendo utilizadas, por ejemplo, para la esterilización de equipos médicos. Por tanto, su capacidad de penetración es mayor que todas las demás formas de partículas. Esta radiación es de naturaleza electromagnética y, por lo tanto, no necesita un medio material para propagarse. Algunos tratamientos contra el cáncer, como la teleterapia, utilizan este tipo de radiación y tienen el efecto de disminuir la replicación de las células malignas.

Descubrimiento de radiactividad

La radiactividad tuvo sus inicios como hecho científico cuando Henry Becquerel en 1896 depositó una sal de uranio en una placa fotográfica y al cabo de un tiempo notó que había dejado la marca de sus radiaciones emitidas en esta placa. A partir de entonces, este fenómeno despertó la curiosidad de varios científicos, entre ellos Marie Curie y Pierre Curie, una pareja de químicos que trabajaban en los laboratorios de Becquerel. En 1898, Marie Curie descubrió un elemento mucho más radiactivo que el uranio y lo nombró en honor a su país natal, el polonio. Después de eso, los Curie descubrieron otro elemento aún más radiactivo y lo llamaron Radio.

Entonces, Ernest Rutherford descubrió la radiación alfa y beta, lo que contribuyó a la explicación de su modelo atómico (conocido como planetario) y también a los avances en los estudios de compuestos radiactivos. En 1939 Enrico Fermi encontró que los neutrones liberados en la desintegración del Uranio-235 incidían en átomos vecinos provocando desintegraciones sucesivas, de esta forma serían posibles reacciones en cadena, permitiendo así la producción a gran escala de energía nuclear.

En 1942, se construyó el primer reactor de Uranio-235 en los EE. UU., Que también se utilizó para construir las bombas atómicas que golpearon Hiroshima primero y luego Nagasaki causando miles de muertes. Después de eso, se produjeron varios otros accidentes, como el de Chernobyl y el de cesio-137 en Goiânia.

Aplicaciones de la radiactividad

Sin embargo, como ya se mencionó, las radiaciones también se utilizan para numerosos beneficios, como: el examen de rayos X, gammagrafía, que es un proceso en el que se utilizan radioisótopos para exámenes de imagen en algunos órganos donde los resultados se obtienen a través del contraste. Otro ejemplo es la radioterapia, que a menudo se vuelve esencial para el tratamiento del cáncer y es un proceso que utiliza Cesio-137. Además, las centrales nucleares se construyen para generar energía limpia, es decir, que no emita gases contaminantes. Sin embargo, surgen varios debates éticos sobre estas acciones, cuestionándose hasta qué punto esto sería realmente bueno.

En Brasil tenemos las Centrales Angra 1, 2 y 3. Están ubicadas en Angra dos Reis, Rio de Janeiro. El primero comenzó a operar en 1984 y es operado por Eletrobras Eletronuclear. Los demás están en operación y construcción respectivamente.

Pero la pregunta que nos hacemos es ¿adónde van los desechos radiactivos? Estos desechos radiactivos también se denominan desechos atómicos y son extremadamente peligrosos para todos los seres vivos. Existe la Agencia Internacional de Energía Atómica que regula el destino de estos relaves que se clasifican en: actividad baja, actividad media, vida media alta o están desclasificados. Estos residuos se almacenan en enormes cilindros de acero y plomo. Cuando son de baja o media actividad, suelen almacenarse en cilindros subterráneos. Cuando tienen una vida media alta o una actividad elevada, sufren un almacenamiento geológico, es decir, a grandes profundidades. Sin embargo, se desconoce si este almacenamiento sería efectivo a largo plazo, lo que genera controversia sobre el tema.

El contacto con sustancias radiactivas en grandes cantidades puede alterar el sistema biológico y también puede ser letal. Esto se debe a la destrucción del sistema inmunológico por la radiación. El cáncer es una de las enfermedades más asociadas con la exposición a la radiación porque puede alterar el proceso de formación y división celular. Otros síntomas después de la exposición son náuseas, quemaduras en la piel y quemaduras internas.

Referencias bibliográficas:
http://www.segurancaerabalho.com.br/download/radiotividade.pdf
http://www.if.ufrgs.br/tex/fis01001/radio.pdf
http://veja.abril.com.br/noticia/saude/os-efeitos-da-radiotividade-no-corpo-humano

Para completar la ecuación, es correcto afirmar que el americio-240 es un isótopo radiactivo que se obtiene, junto con un protón y dos neutrones, del bombardeo de plutonio-239 con:


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