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Segmento terminal del tracto digestivo, siguiendo el colon sigmoide y abriéndose a través del ano. (PNA recto.)
Estructura
El recto es la porción terminal del tracto digestivo. Menos sinuoso que las otras partes del colon, comienza en el nivel de los 3mi vértebra sacra y desciende anteriormente al sacro y al cóccix. Está formado, al igual que el colon, por 4 capas concéntricas, respectivamente, de adentro hacia afuera, mucosa, submucosa, músculo y serosa.
El recto, de 15 centímetros de largo, tiene dos segmentos. El segmento superior, en la pelvis, constituye el bulbo rectal; presenta pliegues permanentes, las válvulas de Houston. El segmento inferior, a nivel del perineo, es el canal anal; presenta pilares verticales, las columnas de Morgagni. El recto se relaciona con el frente, en hombres con vejiga, próstata y uretra, en mujeres con útero y vagina.
Fisiología
El recto, por su función de reservorio y gracias al aparato esfínter del ano, asegura el control del mecanismo de defecación y continencia fecal.
Es irrigada por las arterias hemorroidales superior, media e inferior, ramas, respectivamente, de la arteria mesentérica inferior, la arteria hipogástrica y la arteria de la vergüenza interna. Las venas homólogas corren a lo largo de las arterias y están en comunicación arriba con el sistema portal, abajo con el sistema de vena cava.
Exámenes
El recto puede examinarse por tacto (tacto rectal), por examen visual directo (rectoscopia), realizado por medio de un endoscopio (tubo provisto de un sistema óptico), y por radiología tradicional (enema de bario), ecografía (endoscopia) y Tomografía computarizada. Su función puede ser objeto de diversas exploraciones basadas en medidas de presión (manometría).
Patología
El recto es a veces el sitio de tumores benignos (pólipos, tumores vellosos [de surface filamenteuse]) o malignos (adenocarcinomas, carcinoides). También puede verse afectado por proctitis (inflamación localizada) de origen infeccioso (enfermedad venérea), parasitaria (amebiasis), isquémica o inflamatoria (proctocolitis). La enfermedad inflamatoria del colon (enfermedad de Crohn) o ciertas afecciones degenerativas (enfermedad de Hirschsprung) pueden extenderse al recto. El prolapso rectal (protrusión del recto a través del ano) puede ocurrir durante una enfermedad hemorroidal o después de un traumatismo obstétrico o una enfermedad neurológica, por ejemplo. Finalmente, ocurre que el recto es el asiento de lesiones traumáticas: ulceración termométrica, perforación rectal por cuerpo extraño u ocasionada, excepcionalmente, por examen endoscópico o radiológico del colon.
Ver : proctalgia, proctectomía, proctocolitis, rectopexia, sangrado rectal.