Reeducación alimentaria

Debido a los malos hábitos alimenticios, aumenta el número de personas con sobrepeso. En este nuevo escenario, la demanda de dietas de moda y de modas pasajeras o incluso de remedios milagrosos aumenta drásticamente. Cada semana se intenta una nueva dieta, la mayoría de las veces extremadamente restringida y estricta a solo unos pocos tipos o grupos de alimentos, lo que termina frustrando y desanimando a las personas que luchan contra la báscula.

Foto: dotshock / Shutterstock.com

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Otro punto llamativo en relación a estas dietas es el llamado “efecto acordeón”, donde mediante una dieta restrictiva o supresores del apetito se genera un cuadro de gran pérdida de peso en un corto período de tiempo, provocando serios problemas para la salud y el regreso del peso perdido tras el fin del régimen forzado. Además, la asociación de dietas radicales con fármacos supresores del apetito es aún más dañina, ya que hacen que la persona se agite y dependa del medicamento, provocando una pérdida de peso poco realista, sin quemar calorías y reeducacion alimentaria del organismo.

Lo que ocurre a menudo tras el uso de fármacos supresores del apetito y dietas restrictivas, sin orientación médica y nutricional, es el retorno en un corto período de tiempo de todo el peso perdido, además de, a menudo, el retorno del peso siendo aún más pronunciado que antes.

Por todos estos problemas, es recomendable realizar una reeducación dietética y adoptar hábitos alimentarios adecuados. Adquirir nuevos hábitos no siempre es tarea fácil, ya que cada persona tiene hábitos alimentarios heredados de la familia. Para adelgazar lo primero que hay que hacer es cambiar algunas costumbres, como: evitar exagerar, intentar consumir un menú equilibrado, practicar actividades físicas, consumir más frutas y verduras, beber más líquidos, reducir las bebidas alcohólicas, controlar los dulces, comer varias comidas pequeñas durante el día en lugar de una comida grande, mastique bien la comida, etc.

Se necesita mucha fuerza de voluntad para cambiar nuestros hábitos. Este cambio, sin embargo, no debe convertirse en algo malo, pero con la orientación y orientación de un nutricionista, la dieta se convierte en algo simple y fácil, con un resultado saludable y duradero. Con el seguimiento es fácil cuidar su salud y perder peso sin pasar hambre.

Fuentes
SALGADO, Jocelem Mastrodi SALGADO, Prevenga Enfermedades, Haga de su comida su medicina, São Paulo: Editorial Madras, 2002.

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