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Conjunto de operaciones que permiten fabricar, a partir del crudo, una amplia gama de productos comerciales.
Se distingue entre el refino de productos para uso energético (combustibles, turbosina, gasóleo y fuel oil doméstico, fuelóleos pesados) y el de productos no energéticos (betún, lubricantes). La secuencia de operaciones que van desde el crudo hasta los productos comerciales puede ser más o menos compleja. En el caso de la refinación de productos energéticos, puede estar involucrada una gran cantidad de unidades de fabricación y estas se subdividen en tres categorías: La destilación atmosférica inicial y sus anexos separan el crudo en varios cortes, clasificados según el punto de ebullición de los hidrocarburos que contienen. Las primeras fracciones de destilación se ajustan así para que correspondan aproximadamente a las características de volatilidad de los principales productos suministrados por la refinería. Sin embargo, las propiedades fisicoquímicas de las fracciones básicas, así como sus respectivas cantidades, por lo general no se corresponden totalmente con los requisitos del mercado. Por lo tanto, se deben utilizar procesos complementarios de transformación y separación.
Las operaciones de conversión química consisten en tratar determinados cortes de forma que se modifiquen profundamente las estructuras químicas de sus constituyentes. Algunos provocan el desdoblamiento o la unión de las estructuras de los hidrocarburos tratados, dando lugar a productos con una volatilidad muy diferente a la de la alimentación: craqueo de fracciones pesadas y síntesis de gasolinas a partir de gases ligeros. Otros respetan aproximadamente el peso molecular medio de las alimentaciones tratadas: reformado e isomerización catalítica de gasolinas.
Los tratamientos de depuración y acabado consisten en eliminar, por fraccionamiento físico o por reacción química selectiva, determinados constituyentes especialmente molestos en operaciones posteriores y en el aprovechamiento final de los productos acabados.
Finalmente, algunas unidades tienen como objetivo luchar contra las molestias de la refinación y así proteger el medio ambiente.
La capacidad mundial de refinación de petróleo es de alrededor de 3.800 millones de toneladas. Creciendo durante mucho tiempo (menos de 600 Tm en 1950, casi 2.400 Tm en 1970, más de 4.130 Tm en 1981), cayó después de los 2y choque del petróleo (subida repentina de los precios en 1979-1980). La caída en la refinación afecta principalmente a América del Norte y Europa Occidental, donde se han cerrado muchas refinerías; estas dos regiones todavía representan alrededor del 40 % de la capacidad global (7 % en Oriente Medio y 3 % en África).
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