Written by El cine constituye uno de los diversos modos de expresión cultural en la sociedad industrial y tecnológica contemporánea. LA relación entre cine y educación, ya sea en el contexto de la educación escolar o la educación informal, es parte de la historia del cine en sí. Desde el inicio de las producciones cinematográficas, productores y directores de cine lo han considerado como una poderosa herramienta para la instrucción, educación y reflexión humana.
Cabe señalar que la relación entre cine y conocimiento va más allá del campo de la educación formal. El cine en relación al conocimiento se puede ubicar en el campo de la imagen y la edición de imágenes, en primer lugar, pero involucrando también otros elementos como el sonido. Considerando la variedad de conocimientos presentados en las películas, es posible trascender el simple uso del cine como estímulo audiovisual o como ilustración de la realidad. La reflexión y la investigación sobre cómo las películas, las imágenes y los estímulos audiovisuales educan e influyen en su imaginación debe llevarse al campo de la educación y la didáctica. Para eso, se debe partir de un análisis bajo un enfoque sociocultural para construir una didáctica que identifique y discuta los temas ideológicos y de mercado que involucran producciones culturales como el cine.
El uso del cine como vehículo y herramienta de enseñanza-aprendizaje permite enfocar aspectos culturales, históricos, literarios y políticos, proporcionando una visión integral del cine como medio educativo. La inserción de nuevas estrategias para el desarrollo del proceso de enseñanza-aprendizaje es fundamental para la innovación pedagógica y la adaptación a los cambios sociales con el fin de brindar una formación integral a la ciudadanía. En este contexto, el cine se convierte en una herramienta educativa llena de potencialidades, ya que constituye un medio para contribuir al cambio social. Cuando se percibe como un medio educativo, el cine tiene la posibilidad de insertarse en el aula de manera prometedora.
Para que haya sinergia entre cine y educación, se debe realizar un correcto análisis del mensaje cinematográfico junto con el contexto educativo. El docente debe ayudar al alumno trabajando como vínculo entre lo que ofrece el cine y el conjunto de conocimientos a construir en la relación de aprendizaje.
Es común que algunos educadores llamen «educativos» únicamente a las películas cuya temática está directamente relacionada con los contenidos y habilidades desarrolladas en el contexto escolar, considerando importante que tengan intenciones formativas y didácticas bien definidas. También es común el uso del término «película educativa» relacionado con películas instruccionales, que tiene como finalidad asesorar o suplir parcial o totalmente el rol que desempeña el docente. Estas dos situaciones constituyen un reduccionismo que limita el uso del cine como instrumento didáctico-pedagógico. Toda película retrata el pensamiento y la creación humana en un determinado modelo social y momento histórico y, por tanto, educa a quien la ve generando una reflexión e impresión sobre el mundo.
El cine, como medio educativo, tiene un gran potencial pedagógico ya que es mucho más fácil, tanto para un niño como para un adulto, absorber información de los estímulos audiovisuales. La película ayuda al docente a romper con el modelo tradicional de clase basado en la explicación, que puede servir tanto para exponer contenidos como para ilustrar conceptos y demostrar experiencias.
